En rueda de prensa, convocada por la Organización Médica Colegial (OMC) y el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), los responsables de varias sociedades médicas y científicas han descartado que el cigarrillo electrónico suponga "una puerta de salida" al tabaquismo porque la nicotina es "tóxica y tremendamente adictiva".

El motivo de la convocatoria era la aprobación por parte de la Comisión de Sanidad de la Cámara Baja, el pasado 19 de febrero, de la nueva Ley de Defensa de Consumidores y Usuarios en la que se recoge la prohibición de este producto en los centros de la Administración Pública, centros sanitarios y centros docentes y formativos.

Tampoco se pueden usar estos dispositivos en los medios de transporte públicos, ni en los parques infantiles. El presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, ha mostrado su "profundísima decepción" con esta normativa que, según ha dicho, no se corresponde con los "compromisos verbales" del Gobierno de equiparar su regulación a la del tabaco.

Rodríguez Sendín se ha preguntado cómo se ha podido producir una regulación así de "permisiva" cuando está comprobado el daño de la nicotina. Por ello, ha indicado que elaborarán un manifiesto para que los senadores al presentar las enmiendas al texto procedente del Congreso tengan en cuenta la opinión de las sociedad médicas y científicas.

En el mismo sentido se ha pronunciado el presidente de la CNPT, Francisco Rodríguez Lozano, quien ha sostenido que es "muy peligroso" que los jóvenes vean en los espacios comunes de convivencia el uso de estos productos porque pueden incitarles a su consumo.

Rodríguez Lozano ha señalado que no está comprobado que el vapor que desprenden los cigarrillos electrónicos sea inocuo, al tiempo que ha mostrado su preocupación al no haberse restringido más su publicidad.

Según el texto aprobado en el Congreso, este producto no podrá publicitarse en los lugares, programas y horarios televisivos destinados a menores de 18 años. Para Rodríguez Lozano, la normativa de la publicidad de este producto debe ser igual a la del tabaco.

Asimismo, ha pedido que se iguale la fiscalidad de estos productos a la de los cigarrillos tradicionales porque son igual de adictivos y los impuestos y los precios altos tienen un efecto disuasorio fundamentalmente entre los jóvenes.

Desde la Sociedad Española de Epidemiología, Esteve Fernández ha afirmado que está claro que estos cigarrillos no son "la puerta de salida" a la adicción al tabaco, sino todo lo contrario, pueden ser la de "entrada" a nuevos consumidores. Ha explicado que hay evidencias de que es más difícil para los fumadores de los cigarrillos electrónicos abandonar el hábito, y que además, suelen fumar también tabaco tradicional.

La presidenta de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), Pilar de Lucas, ha insistido en esta idea ya que "no está comprobado" que sirvan para dejar de fumar porque no hay ensayos clínicos al respecto. De Lucas ha dicho que solicitaban que la regulación se equiparara a la del tabaco o que se comercializase como producto medicamentoso para que de esa forma se tuvieran que hacer obligatoriamente ensayos clínicos.