Tras sonar el himno de Asturias, todos los participantes han salido disparados al agua,  los tritones, son los encargados de que no haya ningún percance, uno de ellos explica que tratan de "sacar a la gente que esté perjudicada y que alborote el río para que los piragüistas puedan salir".

Es el tradicional descenso del Sella en su edición número 79. Mientras en el agua se disputaba una dura regata hasta Ribadesella, en la orilla del río el cauce de los vasos se desbordaba.

La fiesta Internacional del Sella este año es más internacional que nunca. Los más de 1.000 asistentes han llegado desde países tan lejanos como Colombia o Argentina.

Por primera vez, el descenso no coincide con el festival de música electrónica Aquasella, así que han vuelto las costumbres más tradicionales. Este es el comienzo de una fiesta que se alargará hasta altas horas de la madrugada.