Artur Mas ve en el referendum escocés un trampolín para sus aspiraciones independentistas. En una entrevista en el Financial Times, Mas confiesa que la consulta escocesa va a ser un termómetro de lo que pueda pasar el 9N y quita importancia a la inestabilidad de los mercados ante la posibilidad de que gane el 'Sí'. Dice Mas que la economía se acaba adaptando a lo que haga falta.
Mas se mira en el espejo de Escocia. Cree que si los escoceces consiguen la independencia el camino se allanará para Catalunya. A ocho días del referéndum, el mercado bursátil británico se resiente, Mas le quita importancia: "Una vez que la independencia es una realidad, todos los actores de la economía se acomodan a la nueva situación".
A Mas le gustaría que Rajoy imitara a su homólogo británico, permitiendo la consulta catalana. Según CiU, la economía lo agradecería. Josep Sánchez Llibre, portavoz adjunto de CiU en el Congreso, explica que "lo que amenaza la recuperación es que ante las demandas de Cataluña es que no haya ni media propuesta política del Gobierno que permita a lo mercados confiar en un acuerdo y no en un choque de trenes".
Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, dice que "probablemente lo que provoque un problema político es que haya gobernantes que amanecen con no cumplir la ley o con hacer una declaración unilateral de independencia".
Mientras, la diplomacia catalana se mueve en Europa. Albert Royo, secretario general de DIPLOCAT, indica que "estamos haciendo contactos constantes con todos los gobiernos de Europa. Nosotros trabajamos para convencer a la opinión pública europea".
En la vigilia del 11 de septiembre, se ultíman todos los preparativos para reivindicar la independencia de Catalunya con una manifestación en forma de 'V'. Los partidarios de seguir en España han celebrado esta mañana su diada.
Joaquim Coll, vicepresidente de Sociedad Civil Catalana, dice que "condenamos el uso torticero que hace la generalitat del tricentenario PAra construir un telón de fondo a favor de la secesión".
Artur Mas inagurará, por primera vez los actos oficiales con la ofrenda foral en el Fossar de les Moreres, un recuerdo a los caídos de 1714. Un espacio reservado hasta ahora a los más independentistas.