La defensora del pueblo, Soledad Becerril, ha solicitado a la Dirección General de la Policía que ningún agente encapuchado pueda interrogar a manifestantes detenidos, ya sean agentes de información o de la secreta.Se trata de una práctica intimidatoria que ya ha condenado Amnistía Internacional.

El pasado mes de febrero, varios detenidos durante la protesta contra la reforma laboral fueron interrogados por agentes encapuchados. Sus abogados sostienen que sólo querían infundir terror a los detenidos y denunciaron que esto era desleal; ahora, la Defensora del Pueblo les ha dado la razón.

Desde el Ministerio de Interior aseguran que estos interrogatorios fueron un hecho puntual. Los agentes pertenecían a la Brigada de Información. Su trabajo es infiltrarse en los grupos más radicales durante las manifestaciones, por eso no pueden ser reconocidos durante los interrogatorios. Un argumento que no ha convencido a la defensora del pueblo.