Yabali propuso el pasado día 6 de febrero formar un gabinete de tecnócratas tras el estallido de una ola de protestas en todo el país por el asesinato del activista político, Chukri Bel Aid. Pero Yabali no contaba para ello con el respaldo de su partido político y principal socio de la alianza gubernamental, Al Nahda, que mostró su rechazo a la iniciativa de Yabali y propuso la formación de un Ejecutivo de Unidad Nacional.
Tras asegurar que el pueblo tunecino se siente "frustrado" ante la clase política, aseguró que era necesario devolverle la confianza en el sistema y subrayó que la nueva fase "es un examen para todos los partidos políticos". En este sentido, Yabali no cerró la puerta a ser designado de nuevo como primer ministro para formar un Gobierno y mostró su disposición a formar un equipo de "consenso" pero con condiciones.
"Cualquier otra alternativa o propuesta (a su iniciativa) tiene que ser al servicio del pueblo", dijo Yabali antes de poner como condiciones que se fije una fecha clara para las elecciones, que se concluya la redacción de la Constitución y que arranque un diálogo nacional en el que participen todas las fuerzas "sin excepciones". Asimismo, Yabali indicó que se había reunido con sus ministros para pedirles que continúen en sus cargos y evitar así el vacío de poder.