Joaquín Caparrós habló sobre la situación del Sevilla y su tristeza por no haber estado entre los candidatos a sustituir a Berizzo, algo que habría escogido sin dudarlo.

El de Utrera no entró en ningún momento en los planes de ser entrenador del Sevilla, desde el primer momento se pusieron dos nombres sobre la mesa, Montella y Walter Mazzarri.

"Siempre que hay un movimiento estoy en los periódicos, pero creo que es más de los medios o el interés de los aficionados que el que hay dentro de la casa. Me siento mucho más querido por el aficionado, por el sevillismo, que por algunos consejeros que tienen capacidad de ejecución. Yo no he entrado en el casting, en el que han entrado tres o cuatro entrenadores, pero es cierto me ha extrañado que no entrara. (...). Si digo lo contrario miento, porque siento estos colores y creo que puedo ayudar (...)".

Sin duda a Caparrós le hubiese encantado volver a entrenar al Sevilla como lo hizo durante los cinco años que estuvo en el club hispalense. "Nadando. Y no soy un gran nadador. Tenía claro hace dos o tres meses que me iba a venir, que tenía que asumir mi cláusula y la he pagado, pero no me he venido esperando a ver si me llamaban, ha dado la casualidad. Ojalá hubiera sido. Creo y deseo que con los futbolistas que tiene hay que dar confianza al presidente, a la dirección deportiva, es el momento de estar juntos", comenta.

Él quería volver pero sabía que no tenía muchas papeletas. "Convencido no, una cosa es el deseo. No sé cómo está el tema accionarial, he leído sobre ello pero insisto que lo importante es la unión. Creo que puedo aportar cosas al Sevilla, pero no en una racha negativa, ojo que estoy completamente convencido de que este entrenador va a sacar al Sevilla de ella y tenemos que apretar. Creo que puedo aportar bastantes cosas a lo que es el club, con toda mi humildad. Nunca he sido prepotente".