Luchar contra los tópicos como que la ciencia es aburrida o dificil o que la ciencia solo le gusta a los empollones es lo que hace una serie de dibujos animados que rompe todas estas ideas preconcebidas.
La serie busca acabar con la estadística que dice que en los últimos 10 años, se han reducido a la mitad los alumnos que quieren estudiar ingenierias.
Noa y Max quedan atrapados en un videojuego y para salir de él tendrán que superar varios retos aplicando sus conocimientos sobre ciencia y tecnología.
Estos dibujos animados son un proyecto español enfocado a ese 50% de alumnos entre 10 y 14 años que considera que las ciencias son demasiado dificiles para ellos.
Marco Romeo, director de la serie Noa y Max, afirma que su objetivo es "demostrar que no hay que ser un empollón para tener exito en las ciencias y la tecnología".
Un porcentaje que se dispara sobre todo entre las chicas. De ahí que el personaje de Noa busque convertirse en un referente para ellas. Sergio Marco, gerente de Everis cree que "faltan modelos de chicas relacionadas con tecnología".
Además, con esta serie logran que los más pequeños aprendan sin darse cuenta, "a través de la observación, de la experimentación y del sentido común en realidad", según afirman sus creadores.
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