A 36.000 kilómetros de altura y a bordo de una cápsula espacial podremos convertirnos, a partir de 2014, en turistas estratosféricos. Un gigantesco globo aerostático, con sello español, transporta la nave hasta las alturas.

José Mariano López-Urdiales, ingeniero aeronáutico de Zero2infinity ha explicado que "el ascenso es progresivo y dura unas 3 horas y una vez arriba estás 2 horas disfrutando de la vista".

Se trata de un viaje lento y cómodo porque nos podemos mover por el interior de la aeronave sin escafandras ni máscaras de oxígeno. La sensación es la misma que en un avión comercial pero con visión de astronauta.

Jorge Salas, ingeniero aeronáutico de Zero2infinity, ha declarado que "es una cápsula presurizada, con ventanas amplias, muy cómodo". Las primeras pruebas no tripuladas han sido un éxito. Ahora solo faltan los candidatos a ocupar esta cabina.

El viaje es apto para públicos de todas las edades, sin ningún tipo de restricción, "para subir a esta nave no hace falta un entrenamiento específico ni una forma física excelente, lo que es imprescindible es disponer de 110.000 euros en el bolsillo". Un precio que para sus creadores no está fuera de órbita, teniendo en cuenta que los turistas espaciales pagan 50 millones de euros por volar a la estación espacial internacional.