Es imprescindible someterse a mamografías periódicas a partir de los 50 años. Es la única técnica que reduce la mortalidad porque permite un diagnóstico precoz. Sólo el 5% de las mujeres diagnosticadas por primera vez tiene la enfermedad avanzada. También hay que luchar contra las recaídas que sufren el 15% de las mujeres.
Marina Álvarez Benit, presidenta de SEDIM, afirma que "el 90 % se producen en mujeres que no tienen ningún otro factor de riesgo conocido. El factor de riesgo más importante para padecer cáncer de mama es ser mujer". Por eso es imprescindible el cribado, campañas de mamografías anuales que se recomienda hacer a mujeres a partir de 50 años.
Lo último en aparatos contra el cáncer son los mamógrafos tomográficos. Sabina Cortés Asenjo, responsable de mamografías de General Electric Healthcare, dice que "es una lesión que, por supuesto, se intuye en la mamografía 2D, pero toda la definición de bordes, la extensión de la lesión, el posible tratamiento que tiene que recibir la paciente es más definitivo".
Además de salvarse, las pacientes cada vez valoran más su calidad de vida. Pero también puede evitarse, ya que un gorro aplica frío en el cuero cabelludo para que el pelo no absorba la quimioterapia y las pacientes puedan conservar su melena. Porque verse bien es una batalla más en la guerra contra el cáncer.