Miguel Luengo-Oroz, experto en inteligencia artificial (IA) para el impacto social y la salud, ha explicado cómo su equipo ha entrenado algoritmos con datos que vienen de voluntarios online jugando a videojuegos. Luengo-Oroz ha profundizado en la capacidad de los algoritmos para encontrar patrones en muestras médicas, a menudo con mayor eficacia que los humanos, y su habilidad para integrar diferentes tipos de señales para mejorar los diagnósticos.

"El primer proyecto en este ámbito fue el concepto de diagnóstico colectivo de la malaria", ha recordado. Según ha explicado, el proceso tradicional de diagnóstico de la malaria implica analizar un frotis de sangre bajo el microscopio y contar el número de parásitos, lo que puede llevar hasta 20 minutos a un especialista. Al observar las incontables horas que las personas dedican a jugar videojuegos a nivel mundial, Luengo-Oroz y su equipo vieron una oportunidad. "Creamos un videojuego donde, en lugar de disparar a marcianos, los jugadores analizan muestras reales de sangre digitalizadas", ha dicho. De esta manera, los jugadores contribuyen a la recopilación de datos valiosos para entrenar algoritmos de IA en el diagnóstico de enfermedades como la malaria.

Luengo-Oroz ha enumerado algunos de los usos de la inteligencia artificial en nuestra sociedad y su gran influencia. En una presentación en METAFUTURO, se ha remontado a los orígenes de la AI, una tecnología que funciona mejor cuantos más datos tiene. Aunque ha advertido de que la inteligencia artificial aprende los píxeles, "pero quizás no es capaz de distinguir un perro chiguagua de una magdalena, si la foto se parece".

Ha explicado algunos de los proyectos en los que ha participado, en los que la clave del éxito ha sido la complementación del trabajo de los algoritmos y las personas. "Lo importante no es la tecnología, lo importante son las personas", ha enfatizado, destacando la necesidad de una transición cultural y estratégica en nuestra relación con la IA. En esta era emergente, los humanos se encontrarán haciendo más preguntas que proporcionando respuestas, navegando y adaptándose a un terreno donde la IA tiene un papel prominente.

Miguel Luengo -Oroz es fundador y consejero delegado de Spotlab (IA para medicina) y ha sido el primer científico de datos que ha trabajado en las Naciones Unidas (Chief Data Scientist de 2016 a 2022). Es emprendedor Social Ashoka. Obama Foundation Leader y premio MIT Technology Review TR35. Además, es Doctor Ingeniero por la Universidad Politécnica de Madrid, Máster en Ciencias Cognitivas por L'École des Hautes Études en Sciences Sociales de París.

Por otro lado, ha señalado la urgencia de un enfoque colaborativo en la regulación y evolución de la IA. "Los que se tienen que sentarse a la mesa son todos los agentes, no solo las empresas", ha subrayado, llamando a una conversación inclusiva y multifacética para dirigir el futuro de esta tecnología. "Con la IA tendremos que regular como hemos hecho con la energía nuclear", ha afirmado.

Mirando hacia el futuro, el experto en IA ha expresado su esperanza de que la tecnología pueda ser una herramienta para fomentar una conexión humana más profunda, en lugar de reemplazar trabajos y habilidades humanas. En una era donde "hecho a humano" podría ser un sello de distinción, la velocidad, la educación crítica y un pensamiento profundo sobre los valores y la cultura incrustados en la IA se destacan como imperativos.

Con una mirada crítica y constructiva, Miguel Luengo-Oroz ha invitado a la audiencia de METAFUTURO a una reflexión profunda, no solo sobre lo que la IA puede hacer, sino también sobre lo que deberíamos permitirle hacer, y cómo puede ser moldeada para servir al tejido complejo y diverso de la sociedad humana.