Esta semana me tocó el jueves. Sobre mi orillita esquinera de la mesa del plató, algunas notas y una libreta verde. Como siempre.

Primera nota. Está Oscar Camps, de Open Arms. No me lo esperaba. Su barco está inmóvil y maltrecho, sin remedio. En su historial acumula miles de rescatados, hombres, mujeres, muchas embarazadas, niños. Todos víctimas de las tropelías de los hombres, de las guerras sin sentido, bueno, con el sentido de la depredación de los poderosos.

Nos dicen que los Estados no ayudan; la existencia de estos barcos de rescate son precisamente la denuncia con su sola presencia de una patología gravísima, criminal, diría. Los Estados no son suficientes, la UE tampoco, para solucionar esta tragedia que convierte el Mediterráneo en una gigantesca fosa común.

Los Estados no pueden, quizá no quieran, presos del populismo de las extremas derechas europeas y su empuje electoral. Incluso se permiten afirmar que Libia es un Estado fallido. ¿No será que quienes fallan son, ostensiblemente, los Estados europeos y sus aliados americanos? Se acabó con Gadafi, sí, pero se acabó arruinando Libia. Lo mismo ocurrió con Afganistán, Iraq, luego con Siria y si nos "escantillamos", toca Irán. Los Estados no solo no pueden, no quieren y, lo peor, son la causa.

Las imágenes mostraban a Oscar Camps con el Papa Francisco. Tiernas y emotivas pero Francisco tiene solo autoridad moral y venida a menos. Más entre los no católicos que entre sus ovejas. Es víctima de una gran corrupción moral, muchos cristianos están hoy más cerca de los partidos de extrema derecha que del Papa que es su pastor. Poco queda de las enseñanzas de Jesús, aunque resisten testimonios importantes; Santiago Agrelo, arzobispo emérito de Tánger y un cura, José Chamizo, entre otros, han hecho frente a la extrema derecha cristiana.

Segunda nota. Guerra de los vetos de los padres a la educación plural, en libertad y valores. El PP se ha alineado con la extrema derecha. La Iglesia del cardenal Cañizares también. Todo este lío intencionado contra la educación pública y los maestros navega bien en la ideología del fascismo que comparten con la extrema derecha, la derecha de José María Aznar, padre ideológico de Casado y Abascal, y la Iglesia episcopal extrema. Me viene a las mientes Umberto Eco y sus 14 síntomas del ur-fascismo o fascismo eterno: transferir la voluntad del poder a cuestiones sexuales. Los curas y la derechas siempre de cintura p'abajo.

Tercera nota. Carmen Calvo dice que, por fin, los curas van a pagar como todo el mundo el IBI. Lo dice pocas horas antes de que se entreviste con el nuncio, el embajador del Estado vaticano en España. Se supone que tendrán que hablar de más cosas. Los prelados han olvidado que Jesús decía aquello de ‘dad al Cesar lo que es del César’. Calvo no debería obviar que su compañero, alcalde de Sevilla, se ha posicionado con el sector cofrade de la muy noble para no pagar el IVA en la carrera oficial de la Semana Santa hispalense. Amén.