Los investigadores del MIT han logrado una terapia experimental en la que han conseguido que las propias células tumorales ataquen al tumor desde dentro en lugar de hacerlo desde fuera activando su "botón de autodestrucción" y potenciando así el efecto de las inmunoterapias actuales. Al estimular a las células cancerosas para que produzcan una molécula que activa una vía de señalización en las células inmunitarias cercanas, investigadores del MIT han encontrado una manera de obligar a los tumores a desencadenar su propia destrucción.

Convertir al tumor en su propio enemigo

La activación de esta vía de señalización, conocida como vía cGAS-Sting, resultó aún más eficaz al combinarse con fármacos inmunoterapéeuticos existentes, conocidos como inhibidores de puntos de control, en un estudio con ratones. Este tratamiento combinado logró controlar el crecimiento tumoral.

"Nuestro enfoque aprovecha la propia maquinaria del tumor para producir moléculas inmunoestimulanes, creando una poderosa respuesta antitumoral", asegura Natalie Artzi, científica investigadora principal del Instituto de Ingeniería Médica y Ciencia del MIT, profesora asociada de medicina en la Facultad de Medicina de Harvard, miembro del profesorado principal del Instituto Wyss de ingeniería Inspirada Biológicamente de Harvard y autora principal del estudio.

Utilizando un modelo de melanoma en ratones, los investigadores evaluaron el potencial de su nueva estrategia para eliminar células cancerosas. Inyectaron ARNm que codificaba cGAS, encapsulado en nanopartículas lipídicas, en lo tumores. Un grupo de ratones recibió este tratamiento únicamente, otro recibió un inhibidor de punto de control inmunológico y un tercero recibió ambos tratamientos.

Resultados prometedores

Administrados individualmente, tanto cGAS como el inhibidor de punto de control inhibieron significativamente el crecimiento tumoral. Sin embargo, los mejores resultados se observaron en los ratones que recibieron ambos tratamientos. En este grupo, los tumores se erradicaron por completo en el 30% de los ratones, mientras que en los grupos que recibieron sólo un tratamiento no se logró la eliminación total de ningún tumor.

Los investigadores esperan ahora adaptar el sistema de administración para que pueda aplicarse mediante inyección sistémica, en lugar de inyectarlo directamente en el tumor. También planean probar la terapia de ARNm en combinación con quimioterapia o radioterapia que dañan el ADN, lo que podría aumentar su eficacia al disponer de una mayor cantidad de ADN bicatenario para activar la síntesis de cGAMP.