Un último estudio desarrollado en colaboración con distintos hospitales españoles ha demostrado que el uso de células dendríticas tolerogénicas para tratar enfermedades neurodegenerativas como la Esclerosis Múltiple (EM) y la Neuromielitis Óptica (NMO), no generaría ningún efecto adverso.

Al contrario, ya que este tipo de células, enfocadas en la inhibición de la respuesta inflamatoria característica de estas enfermedades, lograría activar una parte del sistema inmunitario. De esta forma, se detendría el daño que estas enfermedades causan en el cerebro; y se frenaría su desarrollo.

La esclerosis múltiple, segunda causa de discapacidad neurológica en adultos jóvenes, consiste en la destrucción de la mielina, una sustancia que protege las fibras nerviosas. Aunque esto comienza con la pérdida de fuerza, sensibilidad o visión, con el tiempo puede acabar con un amplio desarrollo e intensificación de estos síntomas. Por su parte, la Neuromielosis Óptica, una enfermedad considerada rara que afecta a unas 10 personas de cada 100.000, es similar a la EM, aunque sus síntomas pueden ser mucho más graves.

No obstante, de momento el estudio se ha centrado tan solo en observar la seguridad del tratamiento. Por lo que sus autores esperan que, una vez demostrado que no provoca ningún efecto adverso en los pacientes, se pueda empezar a estudiar la eficacia clínica de este nuevo método. Además, los positivos resultados que se han obtenido por el momento, han llevado a los investigadores a plantearse aplicar esta terapia a otras enfermedades autoinmunes y reumatológicas, como psoriasis o encefalitis autoinmunes.

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