Investigadores japoneses del Centro de Investigación de la Frontera Inmunológica del WPI en la Universidad de Osaka (Japón) han desarrollado en ratones una estrategia de vacunación dedicada a producir anticuerpos que poseen la capacidad de neutralizar el SARS-CoV-2 y una amplia gama de coronavirus.

Tal y como afirman en el Jorunal of Experimental Medicine, si este método se traslada con éxito a los humanos, podría conducir a la creación de una vacuna de nueva generación capaz de prevenir futuras pandemias de coronavirus.

El virus SARS-CoV-2 responsable de la Covid-19, consigue entrar en las células humanas a través de su proteína de espiga para unirse a un receptor de la superficie celular llamado ACE2. Esta unión tiene dos partes: una ‘central’, similar en todos los coronavirus, y una ‘cabeza’ más especializada, que media la unión ACE2.

De este modo, los anticuerpos que identifican la región de cabeza pueden bloquear la entrada del SARS-CoV-2 en las células, pero ofrecen poca protección contra otros coronavirus como el virus SARS-CoV-1, responsable del brote de síndrome respiratorio agudo severo de 2002.

Por su parte, los anticuerpos que reconocen la región central de unión son capaces de impedir la entrada de varios coronavirus en las células humanas. Sin embargo, los individuos expuestos a la proteína viral de la espiga suelen producir muchos anticuerpos contra la región de la cabeza, pero pocos o ninguno contra la del núcleo.

En este sentido, a pesar de que es posible producir anticuerpos ampliamente neutralizantes, es poco probable que la infección por el SARS-CoV-2 y las vacunas proporcionen protección contra la aparición de nuevos coronavirus.

Por ello, los investigadores probaron un nuevo sistema de vacunación, donde modificaron genéticamente el dominio de unión al receptor de la proteína de la espiga del SARS-CoV-2, cubriendo su región de la cabeza con moléculas de azúcar adicionales.

Estas moléculas podrían proteger la zona de la cabeza del sistema inmunitario y potenciar la producción de anticuerpos contra la región central no protegida del dominio de unión al receptor.

Los ratones sobre los que se probó este nuevo método produjeron una proporción mayor de anticuerpos que reconocían la región central de unión. Estos anticuerpos fueron capaces de neutralizar la entrada celular no sólo del SARS-CoV-2, sino también del SARS-CoV-1 y de tres coronavirus similares procedentes de murciélagos y pangolines.