La revista Plos Biology ha publicado una exposición donde afirma que el aprendizaje automático, un tipo de inteligencia artificial, puede predecir, a partir de los genomas de los virus que afectan a los animales, la posibilidad de que pasen a los seres humanos.

En este sentido, la mayoría de enfermedades infeccionas que afectan a la especie humana, como la Covid-19, son zoonóticas, lo que significa que provienen de virus que se encuentran inicialmente en los animales.

Por ello, detectar los virus de alto riesgo puede suponer una mejora de las prioridades de investigación y vigilancia. Sin embargo, poder identificar las enfermedades zoonóticas antes de que aparezcan es un gran reto porque solo una minoría de los 1,67 millones de virus que se calcula que afectan a los animales pueden infectar a los humanos.

Investigadores de la Universidad de Glasgow, en Reino Unido, recopilaron datos de 861 especies de virus procedentes de 36 familias, con el fin de desarrollar modelos de aprendizaje automático a partir de secuencias de genomas virales.

Una vez construidos los modelos, establecieron una probabilidad de infección humana en base a la taxonomía del virus y/o su parentesco con otros virus conocidos que infectan a los humanos. Los científicos aplicaron el modelo de mejor rendimiento para analizar parones en otros genomas de virus procedentes de varias especies.

Con ello, descubrieron que los genomas virales pueden presentar características generalizables que son independientes de las relaciones taxonómicas del virus, de manera que pueden readaptar los virus para infectar a los humanos.

De este modo, pudieron elaborar modelos de aprendizaje automático con la capacidad de identificar las zoonosis candidatas a partir de los genomas virales. Sin embargo, estos modelos, al ser informáticos, tienen limitaciones y sólo son un paso preliminar para identificar estos virus.

Los virus elegidos requerirán posteriores pruebas confirmatorias antes de pasar a realizar grandes inversiones de investigación adicionales. Además, a pesar de que estos virus pueden pasar a los humanos, su capacidad de infección es sólo una parte del riesgo zoonótico.

En este sentido, también influyen la virulencia del virus en los humanos, la capacidad de transmisión entre humanos y las condiciones ecológicas dadas en el momento de la exposición humana.