Una de las apuestas más ambiciosas de la medicina personalizada en España ya está en marcha. Se trata del proyecto “High-definition oncology in women’s cancer”, una investigación pionera liderada por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) en el marco de la Infraestructura IMPaCT del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), y financiada con 2,5 millones de euros provenientes de fondos europeos NextGenerationEU. Su objetivo: desarrollar gemelas digitales para mujeres con cáncer avanzado, una herramienta que podría cambiar la forma en que se diagnostica, se monitoriza y se trata esta enfermedad.

¿Qué es una gemela digital?

Una gemela digital es una réplica virtual de la paciente que integra una enorme cantidad de datos: desde la información molecular del tumor (ADN, proteínas, metabolismo), hasta registros sobre actividad física, calidad del sueño y estado emocional recogidos con relojes inteligentes y aplicaciones móviles. Estos datos se actualizan en tiempo real y permiten crear un modelo clínico computacional dinámico y personalizado, capaz de prever la evolución del cáncer y el efecto del tratamiento.

Avances en el estudio y participación actual

Actualmente, ya hay 150 mujeres con cáncer metastásico, de mama, pulmón o colon, participando en el estudio, lo que representa la mitad del total previsto. Las pacientes han sido reclutadas antes del inicio de sus tratamientos en nueve hospitales españoles, con la colaboración de las universidades Politécnica de Madrid y Carlos III, y el apoyo de la Fundación CRIS contra el Cáncer.

Los primeros resultados presentados en el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) han demostrado que es posible realizar un seguimiento remoto eficaz y que los datos recogidos tienen la calidad suficiente como para entrenar modelos predictivos que anticipen la evolución de la enfermedad.

El equipo se prepara ahora para presentar nuevos hallazgos en ASCO 2025, el congreso de oncología más importante del mundo, que se celebrará en Chicago. Allí mostrarán cómo la recopilación de datos físicos, emocionales y moleculares puede ayudar a anticipar la respuesta temprana al tratamiento en cáncer avanzado.

Edad biológica y precisión terapéutica

Uno de los elementos más innovadores de este proyecto es la incorporación del concepto de edad biológica al análisis clínico. Utilizando un reloj molecular desarrollado en el propio CNIO, se puede estimar si el cuerpo de la paciente está envejeciendo de forma acelerada como consecuencia del tratamiento, el tipo de tumor o incluso por factores emocionales. Esto podría permitir ajustar la intensidad de la terapia según el estado biológico real de cada paciente, más allá de su edad cronológica.

Un paso hacia la oncología del futuro

El proyecto no persigue tratar a las pacientes participantes, sino generar herramientas que permitan personalizar el tratamiento del cáncer en el futuro con un grado de precisión hasta ahora inalcanzable. Al combinar datos clínicos convencionales con análisis moleculares, actividad física y calidad de vida, los investigadores buscan sentar las bases de una medicina predictiva, preventiva y personalizada.

En palabras del CNIO, esta tecnología permitirá a los médicos tomar decisiones terapéuticas más rápidas y ajustadas a cada paciente, reducir toxicidades y anticiparse a recaídas o resistencias a los tratamientos.

Participantes en el proyecto

Además del CNIO, en esta iniciativa colaboran los siguientes centros:

Hospital La Princesa; Hospital de Fuenlabrada; Hospital Clínico de Valencia; Hospital Son Espases; ICO Bellvitge; Complejo Hospitalario de Navarra; Hospital Virgen de la Macarena; Hospital San Pedro de Cáceres; Complejo Hospitalario A Coruña; Universidad Carlos III; Universidad Politécnica de Madrid; y la Fundación CRIS contra el cáncer.