Una nueva investigación evaluó las asociación entre los trastornos del sueño y enfermedades cardiovasculares.

Además, esta nueva investigación, ha intentado arrojar un poco de luz entre la cardiopatía isquémica y el accidente cerebrovascular. Para ello, incluyó a 12.876 residentes de Hiroshima, Japón (6.762 hombres y 6.114 mujeres con una edad promedio de 68 años) que se registraron para un chequeo anual de salud.

Entre todos los participantes, 773 presentaban antecedentes de cardiopatía isquémica, 560 tenían accidentes de accidente cerebrovascular y 11.543 no registraban ninguna señal de enfermedad cardiovascular.

Por otro lado, los pacientes respondieron a un cuestionario en los que reflejaban distintos parámetros: la duración del sueño, la dificultad para dormir, trastornos del sueño entre otros.

Después de ajustar los factores de confusión, el "mal sueño" se vinculó significativamente con cardiopatía isquémica. El análisis de los componentes reveló que la mala calidad subjetiva del sueño, la larga latencia del sueño, la baja eficiencia del sueño y el uso de pastillas para dormir se asociaron significativamente con la cardiopatía isquémica y el accidente cerebrovascular.

La dificultad para mantener el sueño, la corta duración del sueño y la disfunción diurna se relacionaron sólo con cardiopatía isquémica.