La organización Project Rhino, la segunda con más mamíferos de este tipo en la nación, lleva descornando rinocerontes desde 2015 en la región sudafricana de KwaZulu-Natal.

"No es doloroso para los animales, es exactamente como cortar una uña. El animal está sedado pero consciente y le tapamos los ojos y los oídos", ha explicado Chris Galliers, coordinador de Project Rhino.

Entre los ejemplares blancos y negros, existen un total de 20.000. Así, Sudáfrica alberga la mayor colonia de rinocerontes del mundo y sus reservas se usan para repoblar otros paisajes donde casi han desaparecido.

En 2017 murieron más de un millar por culpa de los furtivos en el país, que buscan el cuerno. En el mercado negro, el cuerno tiene un valor entre 60.000 y 80.000 dólares por kilo y acaba principalmente en países asiáticos como China o Vietnam. Allí se utiliza con fines medicinales, en joyería o como símbolo de estatus socioeconómico.

Las alarmas por caza furtiva empezaron en 2008 y ha supuesto entre el 35 y el 50% más en los costes de seguridad para las reservas naturales del país.

"No nos gusta hacerlo pero, si lo comparamos con el nivel de amenaza bajo el que están, esta es una intervención que por ahora tenemos que hacer porque está funcionando", ha expuesto Galliers.

La operación no tiene impacto en la vida de los rinocerontes, ni en comportamiento ni en su autodefensa. "Los negros son más proclives a ser depredados por leones al ser más pequeños, pero eso es tanto con cuernos como sin", ha indicado.

Deben descornar a la población entera porque dejar, por ejemplo, a un macho con cuerno crearía un escenario injusto.

Rhino Project no descarta implantar esta iniciativa pueda extenderse fuera de las fronteras de KwaZulu-Natal. Esta acción puede marcar la diferencia en la lucha contra la caza furtiva.