Con motivo de la conmemoración del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple este 30 de mayo, distintas organizaciones reivindican la importancia de concienciar a la población acerca de una enfermedad que afecta a más de 55.000 personas solo en nuestro país. Como destacan desde Esclerosis Múltiple España, es necesario el desarrollo e implementación de medidas para acabar con los mitos más extendidos detrás de la enfermedad.

La esclerosis múltiple es una enfermedad nuerodegenerativa que afecta a cada persona de una manera distinta, cuyas causas aún no están claras. Sin embargo, a pesar de que todavía no se ha descubierto ninguna cura, en la actualidad existen distintos tratamientos que pueden frenar el desarrollo de esta patología, o pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de quienes la sufren.

Esta enfermedad, que afecta a más mujeres que hombres (un 75% frente a un 25%), se ha visto incrementada en los últimos años, con una multiplicación del 2,5 de los diagnósticos. Lo que la convierte en la enfermedad neurodegenerativa más frecuente en los jóvenes entre 20 y 40 años. Entre sus distintos síntomas, algunos de los más comunes son fatiga, dificultad de movilidad y equilibrio, problemas de visión, dolor, sensibilidad al calor o depresión. No obstante, no todos los síntomas aparecen al mismo tiempo, ni todos los pacientes desarrollan los mismos síntomas; lo que convierte la esclerosis en una enfermedad diferente para cada persona.

Gracias a las terapias existentes, si se detecta a tiempo, la esclerosis múltiple no tiene porqué ser un impedimento para realizar distintas labores. Además, en los casos menos graves, las personas que sufren esta enfermedad pueden continuar con su trabajo. Por otra parte, no se trata de una enfermedad terminal, y aunque puede disminuir la esperanza de vida, la mayoría de los pacientes puede vivir décadas después del diagnóstico.

Aunque se trata de una enfermedad que progresa con el paso del tiempo, como informa la asociación Esclerosis Múltiple España, la mayoría de personas diagnosticadas en nuestro país no reciben el reconocimiento del 33% de discapacidad, debido a que la enfermedad puede manifestarse con distintos síntomas y de manera intermitente.