Estos incluyen cánceres de mama, riñón, útero, tiroides, ovario, así como cánceres gastrointestinales, como el colorrectal y de páncreas, y el mieloma múltiple. Investigadores sugieren que, en un futuro cercano, un simple análisis de sangre podría identificar a aquellos pacientes con diabetes tipo 2 que estén en mayor riesgo de desarrollar estos cánceres.
Este avance permitiría a los médicos implementar estrategias preventivas más efectivas y personalizadas. Mantener un estilo de vida saludable, junto con la adherencia a los planes de tratamiento, podría ser clave no solo para controlar la diabetes, sino también para reducir la inflamación y, con ello, el riesgo de desarrollar cáncer en esta población vulnerable.