Seguro que han escuchado este dicho alguna vez: ten cuidado con lo que deseas porque puede hacerse realidad. Habrá quien piense que es ridículo. Que cumplir tus sueños solo puede traerte felicidad. Bueno, que se lo digan a Zuhaitz Gurrutxaga. "Mi sueño era ser futbolista de primera con la Real Sociedad, lo conseguí con 19 años y eso me arruinó la vida".

"Durante el himno, queriendo contentar a unos y a otros, sudaba más que en todo el partido"

Su carrera fue siempre en ascenso. Llegó a jugar con la selección española en categorías inferiores. Campeón de Europa sub-16, disputó incluso un Mundial sub-17 en el que España quedó en tercera posición, compartiendo convocatoria con Casillas y Xavi Hernández. Lo cual, siendo del País Vasco y en los años 90, le generó algún que otro conflicto. "Estaba la cámara de Televisión Española y yo no sabía dónde mirar en el himno para contentar a unos y a otros, sudé más que en todo el partido".

Y llegaron los problemas

Jugaba como defensa. Era un buen marcador, pero cuando llegó al primer equipo empezaron los problemas. Le expulsaron en su debut en el Vicente Calderón. Y poco después se encontró con un jugador que le desesperaba: Raúl. "Llegué a fingir una lesión porque me superaba en todas".

Para entonces, ya había empezado su calvario. Lesiones que no mermaban su cuerpo, sino su mente: "Depresión, ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo severo...". Pero en vez de tratarse, decidió ocultarlo. Eran los primeros años del siglo XX y entonces nadie se preocupaba por la salud mental.

"Quise que perdiéramos la liga"

Y llegó la temporada 2002-03. Aquella Real Sociedad contaba con Valery Karpin, Nihat, Kovacevic, Xabi Alonso... A falta de dos jornadas eran líderes, con un punto de ventaja sobre el Real Madrid. Zuhaitz estaba a punto de cumplir el sueño de ganar la liga vistiendo la camiseta del equipo de su vida, pero en su interior, deseaba que perdieran.

"No podía soportar tanta alegría mientras yo solo quería encerrarme llorando en una habitación. Quise que perdiéramos la liga". Al final la liga cayó del lado de los merengues... otra vez. Aunque Zuhaitz no tuvo mucho que ver en esa derrota. Su participación en toda la temporada no superó los 100 minutos.

'Subcampeón', el libro de la redención

Sin embargo, le costó mucho tiempo llegar a entender aquellos sentimientos, ponerlos en orden y ser consciente de lo conseguido. Ander Izagirre, periodista y coautor de Subcampeón, las memorias en la que Zuhaitz se sincera, lo cuenta muy bien. "Se dio cuenta de que ser subcampeón es una posición en la vida. Haces las cosas bien, llegas a la final, pero la pierdes".

"Se dio cuenta de que ser subcampeón es una posición en la vida"

Con ese libro, en cambio, Zuhaitz ha sido el primero en algo: en contarlo. Asegura que no es el único futbolista que ha pasado por esto.