Siendo uno de los escritores más queridos por los lectores un día dijo "adiós".

J. D. Salinger se cansó de las editoriales, de la prensa y de la fama y se marchó a vivir la vida al campo. Atrás dejó varios libros y uno en concreto, cuyo éxito, más de 70 millones de ejemplares vendidos, se los comió a todos: El guardián entre el centeno, el libro que le permitió vivir sin mirar más la cuenta corriente, el sueño de cualquiera.

"El éxito o el fracaso no significaban nada para él", cuenta su hijo Matt, de visita por España. "Pero como joven artista le permitió no tener que preocuparse por el dinero nunca más".

El secreto del guardián

Publicado en 1945, la historia del adolescente Holden Cautfield perdido en la vida y en Nueva York ha conseguido que, desde entonces, cada adolescente que lo lee sepa que ese libro está escrito para él. Un sentimiento universal, como confirma Matt Salinger, quien durante la gira mundial por el centenario del autor cuenta que se le acercaba gente en cada ciudad que visitaba para preguntarle cómo su padre le conocía tan bien a él y a su familia.

Cuenta Matt Salinger que el "secreto" es que "su padre nos habló de él mismo como un joven incomprendido y fuera de lugar que sabía que todos los jóvenes se sienten, precisamente, incomprendidos y fuera de lugar".

Por su odio a Hollywood dejó claro que no permitiría que adaptasen su obra al cine, que ha tenido que conformarse con inventar películas en torno a su misteriosa figura. Ninguna ha recibido la aprobación de la familia, como tampoco ninguna de sus biografías, incluida la de su hermana Margarte, que le describe como un hombre insoportable.

No quería que destrozasen su obra, confiaba en la imaginación del lector y por eso en las nuevas ediciones de sus libros no hay fotos ni resúmenes.

Lo nuevo de Salinger

A su hijo le pidió que, al morir, publicase su obra inédita. Mil páginas que podrían ver la luz en un par de años. Así, de las charlas con editores y periodistas que él quiso evitar se encargará Matt Salinger una vez aparcada su carrera como actor. Y lo hará, confiesa, con sumo gusto: "Aparte del amor a mi padre, soy un gran fan de su obra, que todavía me hace reír".