Daniel Ortiz es un vendedor de máquinas de coser gris y aburrido cuya miserable existencia se convierte en el centro de una turbia espiral de muerte, drogas, televisión, sangre y destrucción... por gilipollas. En esta novela a ratos angustiosa y siempre disparatada, encontrarán cierto toque a lo 'Wilt' (Anagrama, 2006) de Tom Sharpe, con el humor del ser común de Eduardo Mendoza y de Juan José Millás, a quienes Javier Gómez Santander reconoce como inspiración. "Buscaba más el tono de Mendoza", comenta, "pero sin ser consciente seguro que también tenía ahí algo de Millás, a quien leí muchísimo en mi juventud".

Puto fracasado

Lo más probable es que no les suene el nombre de esta novela, quizá ni siquiera hayan visto jamás su portada, puede que incluso les cueste encontrarla en cualquier librería física y digital. Normal, este libro que les recomendamos hoy fue el año de su lanzamiento un completo y estrepitoso fracaso. Si consiguió vender alguna copia fue porque su autor es uno de esos tipos tan magnéticos que consigue arrastrar a quien tiene a su alrededor a cualquier aventura imaginable. Vaya, que no paró hasta que todo su entorno, y es amplio, se hizo con un ejemplar. Así cualquiera vende.

Consigue hechizar a su interlocutor como si del flautista de Hamelín se tratara

Sobre el origen, revela que nunca tuvo intención de escribir una novela, sino escribir un documental sobre la intervención de Rusia en la Guerra Civil española, pero que le pareció "demasiado complicado, porque si esas imágenes estaban en algún lado, tenía que ser en Rusia y no iba a ser fácil de hacer", bromea Gómez Santander. Ustedes sabrán si quieren creérselo, pero deben saber dos cosas sobre él: es capaz de inventarse cualquier historia sobre la marcha con una verosimilitud digna de un político y consigue hechizar a su interlocutor como si del flautista de Hamelín se tratara.

Y todo esto ocurrió durante el que según él pudo ser "el peor momento de su vida". Con la cabeza del revés, comenzó cada día a escribir un poco. Primero un texto breve que acabó siendo el primer capítulo de 'El crimen del vendedor de tricotosas' (Planeta, 2015), la noche siguiente lo que parecía el segundo capítulo, luego el tercero... y hasta completar lo que él creía una buena novela con la que chantajear a la editorial Planeta. "Se la mandé y les dije que se dieran prisa en responderme, porque tenía otra editorial, la de un amigo, interesada en la novela", recuerda, "y me respondieron en seguida para informarme de que la publicarían". Y se descojona.

Al final se publicó y tras una breve campaña en rede sociales, nadie más allá de su círculo cercano se interesó por ella. Nadie salvo una persona que habría de cambiarle la vida a nuestro protagonista.

- Que de este proyecto fracasado acabaras embarcado en otro proyecto que también fue un fracaso para luego, por carambolas del destino, ser un éxito rotundo es casi un homenaje perfecto a la novela, ¿no?- pregunto.

- ¿Qué es el éxito, entonces? Si lo medimos en ventas, la novela fracasó, pero esa novela la leyó justo quien tenía que leerla.- responde él.

Santander

Durante este proceso transcurrido en el peor momento de su vida, Javier Gómez Santander era periodista, quizá si hagan memoria les suene por ser el peculiar presentador de la información meteorológica de los primeros años de laSexta. Ante la cámara se atrevió a representar el sketch del pollo de goma de los Monty Python, simuló ir al espacio para dar el tiempo desde allí o invitó a los espectadores a mirar por la ventana si querían saber qué tiempo estaba haciendo en su barrio. Lo suyo es el humor serio, como de Eugenio. Con el tiempo más humor que lágrima, pero es que a este animal herido se le ven de lejos las cicatrices.

No tenía ni idea en ese momento de cómo se escribía un guion de ficción

De periodista pasó a ser novelista y mientras escribía su único libro se preguntaba cómo adaptaría este texto a lo audiovisual, una idea desechada pronto porque como reconoce, "no tenía ni idea en ese momento de cómo se escribía un guion de ficción", una mentira a medias, porque cuando escribió la novela ya había escrito el piloto de una sitcom que nunca vio la luz, quizá por eso, porque no sabía escribir un guion, su piloto no interesó a nadie. Y no se rindió.

Jarana de la buena

Seguro que Álex Pina les ha dado más alegrías a lo largo de su vida que la mayoría de sus conocidos. Si quieren pruebas, aquí tienen algunas de las series de las que este hombre ha sido guionista: 'Más que amigos' (sí, la serie que catapultó a la fama a Paz Vega), 'Periodistas', 'Los hombres de Paco', 'Vis a vis', 'El barco' y, agárrense, 'Los Serrano', aunque desconocemos si él tuvo algo que ver con su final.

Allá pasado el año 2015, este guionista leyó 'El crimen del vendedor de tricotosas' y llamó a su autor para que se incorporara a su próximo proyecto, una serie en la que unos delincuentes atracaban la Casa de Moneda y Timbre. Aquella serie fue otro fracaso estrepitoso en Antena 3 que Javier Gómez Santander sumaba a su carrera, hasta que dejó de serlo. ¿Qué tendrá este hombre que todos los fracasos le salen bien?