Desde Alicante a Madrid, a hombros y a cada cambio de portadores un grito de "José Antonio, ¡PRESENTE!".Diez días duró el traslado de los restos del fundador de Falange a Madrid.

"La imagen de José Antonio es como un emblema que lo preside todo, simboliza una figura casi como de Jesucristo", afirma Ignacio Martínez de Pisón, autor de 'Castillos de fuego', su nueva novela, que comienza exactamente en ese momento de nuestra historia reciente.

"La Falange no estaba tan satisfecha con lo que Franco decidía"

José Antonio Primo de Rivera es el gran símbolo que necesitaba Franco para inaugurar el régimen. "En realidad lo está utilizando para sus propios beneficios", asegura Martínez de Pisón, "porque la Falange tampoco es que estuviera tan satisfecha con lo que Franco decidía para ellos".

Ese Madrid devastado de 1939, lleno de tantas historias como personas la habitaban, resultó de lo más interesante para el escritor porque "conviven la España rica de los vencedores, que quedan para tomar copas en Pasapoga (uno de los locales míticos de la noche madrileña hasta que cerró a principios de los 2000), con la España pobre que duerme al raso en las chabolas de cualquier barrio de Madrid".

La inspiración de Galdós

Esta novela resulta heredera de los relatos costumbristas de Almudena Grandes, Francisco Umbral y, sobre todo, de Galdós, ambientada en una época, los momentos después del fin de la Guerra Civil, que pocos escritores han abordado.

"A mí me gusta ese Galdós de 'Fortunata y Jacinta' que te va diciendo el nombre de las calles y por dónde se mueven los personajes y te va mostrando los grandes movimientos sociales de los que es testigo", confiesa el autor.

Y se nota, porque leer sus páginas es casi como recorrer un mapa y de hecho les invitamos a ello, no encontrarán una guía mejor del Madrid de aquellos días.