A finales del siglo XIX, Herbert George Wells imaginó una máquina que nos permitiría viajar en el tiempo. En plena era victoriana, la ciencia y la tecnología parecían capaces de conseguir cualquier cosa. Como nos dice el escritor de novela fantástica Félix J. Palma, "probablemente los victorianos cerraran el libro y pensaran que los científicos iban a inventar una máquina para viajar en el tiempo en cuestión de meses".

Un éxito mundial en español

Ellos imaginaron un futuro, ahora nuestro presente, con máquinas con alas, autómatas y viajes en el tiempo, y a ellos rinde homenaje el escritor en 'El mapa del tiempo', una novela ganadora del Premio Ateneo de Sevilla en 2008.

La novela se convirtió en un éxito fuera de nuestras fronteras, traducida a varios idiomas, como el inglés y el alemán. Un éxito que le cambió la vida, porque consiguió un contrato con una editorial para que convirtiera la novela en una trilogía, con la que homenajeó a otras obras victorianas como 'El hombre invisible' y 'La guerra de los mundos'.

Todo un atrevimiento, el de escribir novela fantástica en España, según dice Félix J. Palma, quien, asegura, tuvo que ocultar durante las primeras páginas la temática de su novela para que el lector no la dejara, algo que no ocurre tanto fuera, donde la literatura fantástica, dice, está más aceptada.

Consejos para escribir

Ahora se dedica también a ayudar a otros a cumplir el sueño de ser escritores, un sueño que durante el confinamiento ganó adeptos. "Sin trabajo y con mucho tiempo libre, muchos vieron en el confinamiento la oportunidad para escribir la novela que tenían en la cabeza", asegura Palma.

Además de haber publicado el libro 'Escribir es de locos' (Destino, 2021), Félix J. Palma ofrece cursos de escritura en www.escribiresdelocos.com. Aprovechando que hemos estado en su lugar de trabajo, le hemos pedido algunos consejos para empezar a escribir. El primero, obvio, leer mucho, pero hacerlo de forma crítica, analizando el estilo del autor cuando nos llame la atención un párrafo.

El segundo, que organicen bien la novela, con esquemas, que no improvisen, y escriban todos los días. Y el tercero, también parece obvio, pero les sorprenderá: "Que la acaben", sentencia Palma, "porque una vez que la terminas, lo que pase con ella ya no depende de ti, pero te queda la satisfacción de haberla terminado".