En un viaje a Japón entre dos amigas se cuela una inesperada compañera: la ansiedad. Agustina Guerrero le llama "sensación extraña" y es ese pequeño monstruo que se pega durante toda su escapada.

"Creo que la ansiedad fue una señal para poder escucharme"
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"Creo que la ansiedad fue como la alarma. Me avisaba de que tenía que hacer caso a algo que me estaba sucediendo y yo estaba callando. Fue la señal para poder escucharme", cuenta la autora de 'El viaje' (Lumen, 2020). Porque ese viaje a Japón fue real, como lo fue ese ataque de pánico justo antes de emprender el vuelo.

Japón sirve de escenario para superar la ansiedad y para conocerse a sí misma a través de su amiga Loly y, por supuesto, de su alter ego, La Volátil. "La fotógrafa era Loly, yo estaba como un poco ausente de todo. De hecho, cuando llegamos, mi único guion para hacer el libro eran las carpetas de fotos". Y así nos trasporta a sus calles, su gente y hasta su comida, digamos, a veces extraña.

"Yo en el estado en el que estaba... fuimos a comer y había un sitio para echarte de todo, y había unas gomitas elásticas que eran para atar los tupper, y yo pensaba que era jengibre rallado y me las eché hasta con palillos y todo", recuerda Agustina Guerrero. Fue uno de los momentos más divertidos del viaje, pero el humor no falta en este libro. "Yo siempre digo que yo no miento, sino exagero", matiza la autora.

Tampoco falta una reflexión sobre el aborto visto desde los dos puntos de vista de las dos amigas. Pero, sobre todo, por primera vez, contado en voz alta. Un viaje que marca en todos los sentidos y del que ellas no cambiarían nada.