La intervención para separar a los gemelos Jadon y Ania era imprescindible. Estos niños, de 13 meses, nacieron unidos por la cabeza y tenían muchas posibilidades de morir si no se les sometía a una operación quirúrgica.

Tras pasar por quirófano y ser separados en una intervención que duró 27 horas, Jadon y Ania se recuperan favorablemente y ya han abierto los ojos. Los médicos creían que llegar a este punto les costaría mucho más tiempo. Jadon es el que mejor se está reponiendo y a Ania le está costando un poco. Sin embargo, los dos sonríen y reaccionan a estímulos.

Después de haber superado las horas más críticas, pasarán a un centro de rehabilitación en el que trabajarán para lograr su mejoría e intentar dar, en la medida de lo posible, una vida autónoma.