La bebida se distribuye
en el Senado tanto a través de su servicio de cafetería y restaurante como
mediante máquinas expendedoras instaladas en zonas comunes de sus dependencias.
En concreto, los dos senadores requieren que "se retiren en la institución
del Senado todos los productos que comercializa Coca-Cola, se prive de su
publicidad y no se le permita utilizar eventos de autorización institucional
mientras siga sin cumplir con las sentencias y hasta que los trabajadores
tengan un futuro real en Fuenlabrada".
La petición recoge una
demanda de los empleados de la planta madrileña, quienes quieren que el Senado
"haga todo lo posible para obligar a Coca-Cola y al Gobierno de nuestro
país a hacer cumplir las resoluciones judiciales", según un comunicado del
grupo parlamentario de Unidos Podemos.
El senador navarro Iñaki
Bernal ha expresado su "total y absoluto apoyo a las espartanas de
Coca-Cola, que son un ejemplo de dignidad y lucha obrera", mientras Angustia
apunta que "debería ser una obligación moral" para los representantes
públicos respaldar a unos trabajadores que "están luchando contra una
multinacional que no respeta ni los derechos laborales ni las resoluciones de
nuestros jueces".
El boicot de Podemos a
Coca-Cola viene de lejos, a tenor del prolongado conflicto laboral de la
compañía con los trabajadores de Fuenlabrada, traducido en reiteradas
manifestaciones de sus dirigentes en apoyo a las medidas de protesta de los
empleados. El líder de este partido, Pablo Iglesias, declaró en una
manifestación de trabajadores celebrada en diciembre: "Hay que seguir sin
beber Coca-Cola, porque Coca-Cola está atacando los derechos de los
trabajadores".
El pasado mes de enero,
el Tribunal Supremo consideró correcta la readmisión de los empleados del
centro de Fuenlabrada, una vez que la justicia anuló el ERE inicialmente
aprobado por la firma en 2014.
Sin embargo, Unidos
Podemos remarca que "a pesar de los grandes beneficios" de la
compañía en España, "no ha cumplido debidamente ni con el auto ni con el
fallo de ejecución que la obligaba a readmitir a los trabajadores que fueron
despedidos, y que ahora prestan servicio en un 'almacén virtual' que no es ni
remotamente el centro pionero de logística e innovación al que se comprometió
Coca-Cola”.