SUS ESPECIFICACIONES PREMIUM SE COMBINAN CON UNA CÁMARA CON FUNCIONES AVANZADAS
Unos días con el nuevo Huawei P9: un gama alta por derecho propio
El P9 de Huawei es un terminal destinado a rivalizar con el Samsung Galaxy S7 y con el iPhone 6s. Así lo ha desarrollado la compañía china, que lo ha dotado la potencia y capacidades que corresponden a este tipo de dispositivos, eligiendo como factor diferenciador la cámara, que cuenta con una lente dual de la marca Leica.

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Huawei se está convirtiendo en una marca de referencia en el mundo de los smartphones en general y en la plataforma Android en particular. En unos años ha pasado de fabricar móviles de marca blanca para las operadoras a tener propuestas sólidas de gama media primero y a colarse en el segmento de la gama alta después. El P9 es un ejemplo de ello.
Heredero del P8, el nuevo terminal cuenta con un diseño similar pero a simple vista ya se observan diferencias. Destaca especialmente la cámara del P9, con doble lente y la marca ‘Leica’ luciendo al lado, testimonio de la colaboración que han establecido las dos compañías para trabajar en el sensor del dispositivo.
El Huawei P9 tiene, además, un diseño más sofisticado, de bordes redondeados y acabado en aluminio. Su rendimiento no tiene pegas para las tareas cotidianas, como cabe esperar de sus características técnicas –procesador Kirin 955 a 2,5 Ghz de ocho núcleos y 3 GB de RAM–.
La cámara como factor diferenciador
Los smartphones de gama alta cada vez están más próximos entre sí. Las compañías se encuentran en la encrucijada de tener que innovar para sacar un nuevo modelo cada año, pero procurando reservarse novedades para la próxima generación. Para diferenciar su P9 de los otros terminales de gama alta con los que competirá, Huawei ha optado por crear una cámara exclusiva.
El terminal cuenta con una cámara dual, compuesta por dos sensores desarrollados conjuntamente con Leica. Uno de ellos es RGB y se encarga de capturar los colores, y el otro es monocromático. Ambos se combinan para hace fotos con más detalle, algo que se nota especialmente en condiciones de baja luminosidad.
El software de la cámara permite desplegar un menú ‘Pro’ desde la parte inferior, donde el usuario puede tocar el ISO o la velocidad de la captura. También se puede modificar el valor de exposición, de tal manera que puedes controlar lo luminosa u oscura que saldrá una imagen.
El usuario también puede elegir un enfoque manual, en lugar de uno de los dos modos de enfoque automático: AF-C (para fotografías donde podría haber movimiento) y AF-S (para fotos donde no se prevé movimiento).
La cámara también permite disparar en modo RAW para conservar toda la calidad de la fotografía cuando al usuario le interese. Parámetros como la saturación, el contraste y el brillo son igualmente ajustables.
Otras funcionalidades añadidas del software de la cámara incluyen un modo para hacer mejores fotos de cerca, con poca profundidad de campo, o una función para seguir objetos en movimiento, que permite al usuario tocar en dicho objeto para que salga enfocado y nítido.
Todo eso sin olvidar opciones como poner tu propia marca de agua a las fotos o que el terminal dispare automáticamente cuando detecte una sonrisa. Y sí, también graba vídeo de calidad.
Todo lo demás
La pantalla acompaña al resto del terminal, funcionando a 1080p, con una densidad de 423 píxeles por pulgada, todo en un marco de 5,2 pulgadas y un aprovechamiento de los bordes que lo alejan del estilo de los phablets, haciendo que el dispositivo resulte manejable en la mano.
El P9 tiene una buena integración con los servicios de Google, algo que se echa en falta en otros modelos de Huawei que funcionan con su sistema EMUI. En esta ocasión el software corre en una versión 4.1 correspondiente a la 6.0 de Android.
El terminal cuenta con sensor de huella dactilar, algo de lo que carecía la anterior versión de la saga, y viene con un cargador de la batería con conector USB Type-C que hace posible que en poco más de una hora el terminal puede estar prácticamente cargado.
Eso viene bien porque hay que destacar que, pese a que la batería aguanta bien las funciones habituales del terminal, da la sensación de que la cámara consume muchos recursos. Una sesión turística de fotografía o sencillamente una reunión de amigos que te pille con el dedo ligero pueden dar un bajón a la batería.
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