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LA DICOTOMÍA DE LA MANZANA

Apple quiere una vida sin cables... pero aún hay tropecientos en sus dispositivos

Si Apple dice que hay que ir por la vida sin cables ni conectores, pues que así sea. Pero el problema es que en sus propios dispositivos aún sigue habiendo muchísimos.

¿El fin de los cables de Apple?

¿El fin de los cables de Apple?Agencias

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En la industria tecnológica hay un hecho que, a lo largo de los años, se ha demostrado imbatible: Apple hace lo que le da la gana en cada momento.

La historia reciente avala este hecho: en su momento ya apostó por tener sus propios adaptadores, enchufes y conectores; además, ha sido la empresa que ha metido en sus dispositivos innovaciones que hacían su funcionamiento incompatible con el resto. En una industria que cada vez tira más a la homogeneidad, Apple ha hecho siempre lo que ha querido y se ha mantenido como la excepción a la norma.

Y lo cierto es que le ha salido bien porque, a fin de cuentas, que sus adaptadores y conectores para iPhone, iPod y demás dispositivos fueran diferentes nunca le ha supuesto demasiados problemas a la hora de vender. Tampoco lo hizo su configuración de iTunes ni la decisión de eliminar accesorios de sus ordenadores como la unidad de CD y DVD. Una de dos: o es una adelantada a su tiempo o, independientemente de eso, sus productos son tan buenos que al consumidor medio no le ha importado adaptarse a sus particularidades.

Cada vez menos conectores

Sin embargo, por primera vez nos encontramos con una decisión que quizá (sólo quizá) le salga un poco rana o resulte contraproducente con la disposición actual de sus aparatos: la obsesión de la compañía de la manzana por acabar con los cables y los conectores.

Ya pasó con el último iPhone: Apple ha decidido que te olvides del minijack para conectar tus auriculares. Así, si quieres escuchar música, tendrás que enchufar los auriculares exclusivos de Apple (pasando por caja) para su conector especial, el que se conecta para la carga de la batería. En otras palabras: olvídate de cargar el móvil y escuchar música a la vez.

Pero con sus portátiles ha vuelto a pasar lo mismo: los nuevos Macbook Pro tienen menos conectores, y todos son USB-C. En este caso, por suerte, sí han mantenido el minijack de audio, ya que dan por hecho que muchos profesionales del sector audiovisual usan estos ordenadores.

Apple, ¿por qué esa obsesión?

Está claro que a Apple suelen salirle bien estas jugadas, con lo que convendría mantener prudencia a la hora de criticarlas. Pero, Apple, ¿a qué viene tanta obsesión con deshacernos de conectores... si la mayoría de tus dispositivos aún tienen la configuración anterior? Más allá de tu evidente intención de hacernos pasar por caja para actualizar nuestros dispositivos, ¿no te das cuenta de lo que se pueden complicar las cosas?

Hagamos un breve recuento. Como decíamos antes, con el nuevo iPhone ya no podrás cargar el móvil y escuchar música con los auriculares a la vez. Además, tendrás que tener los auriculares de Apple o comprar un adaptador para conectar los antiguos.

Pero no acaba aquí la cosa: si usas un monitor externo (cosa bastante habitual al tener un portátil), vas a necesitar un nuevo adaptador. Lo mismo te pasará si quieres conectar una cámara externa, un disco duro o cualquier otro dispositivo que no esté adaptado al protocolo de conexión USB-C de los nuevos Macbook Pro.

Espera, espera, que hay más: si no sueles recurrir al 'hosting' online y sigues tirando de llaves USB para almacenar o pasar datos, malas noticias: el nuevo Macbook Pro no va a reconocer tu 'pendrive'. Y aquí sí que no hay adaptadores que valgan: tendrás que comprarte uno nuevo. Si alguna vez tienes que cambiar información con alguien cuya marca de ordenador desconoces tendrás que llevarte dos 'pendrives', el nuevo y el antiguo.

Y es que el USB-C tiene sus ventajas y desventajas. La ventaja está clara: Apple se posiciona en el segmento del mejor tipo de conexión posible. ¿La desventaja? Que prácticamente nadie usa todavía ese tipo de protocolos, con lo que la compañía de la manzana les obligará a rascarse el bolsillo para poder seguir actualizados.

En cualquier caso, ya sabemos que en Apple no suelen dar puntada sin hilo y acaban consiguiendo que los usuarios se adapten (aunque sea a golpe de talonario) a sus novedades. Habrá que ver qué pasa en este caso.

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