UN ESTUDIO RELATA UN CASO CON SÍNDROME DE CAPGRAS
El hombre que no se reconocía en el espejo
Un equipo de médicos franceses ha informado del curioso caso de un hombre que piensa que su reflejo en el espejo es alguien que intenta suplantarle. Los investigadores creen que es una variedad de un trastorno conocido como síndrome de Capgras.

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Imagina que te levantas un día por la mañana y al mirarte al espejo ves a un extraño. No es que no te reconozcas, sino que crees que hay otra persona tratando de suplantarte. Sin duda, resulta algo inquietante. Pues eso es lo que le ha sucedido a un ciudadano francés de 78 años, según ha relatado un equipo de médicos en un estudio publicado en la revista Neurocase.
“Presentamos el caso de un paciente de 78 años de edad que ingresó en el hospital por un trastorno psicológico que consiste en observar a un extraño detrás del espejo del baño”, aseguran los autores en el estudio. Los investigadores advierten que “pese a que el extraño comparte apariencia con el paciente, éste lo considera una persona diferente”, con lo que el equipo médico ha considerado que “este caso se puede interpretar como un síndrome de Capgras atípico”.
El síndrome de Capgras es un trastorno neuropsiquiátrico que afecta a la capacidad de identificación del paciente, que cree que algún familiar o conocido ha sido reemplazado por otra persona, un impostor. En este caso, la particularidad es que el afectado cree que su propio reflejo es alguien que trata de suplantarle.
Tras ingresar en el hospital, una resonancia magnética mostró algunos marcadores indicativos de la enfermedad de Alzheimer. A partir de ahí, los médicos comenzaron a tratar al paciente con antipsicóticos y ansiolíticos hasta que, tras unos tres meses, el extraño tras el espejo finalmente desapareció.
Existen precedentes de personas que no se reconocen en el espejo o que confunden su reflejo con otra personas. En 2014 un equipo de investigadores indios documentó el caso de hasta cuatro mujeres que tenían discusiones, a veces violentas, con su reflejo.
Sin embargo, estas mujeres sufrían algo que se conoce como prosopagnosia, una afección visual caracterizada por una incapacidad de reconocer los rostros, debido a que el cerebro no es capaz de interpretar bien las facciones. Es decir, que en estos casos las mujeres afectadas veían un rostro diferente al suyo en el espejo, mientras que el ciudadano francés sí reconocía su propio rostro, pero pensaba que era otra persona tratando de suplantarle.
Hay varias afecciones que pueden llevar a una persona a confundir su reflejo con otra persona, pero los estudios muestran que, aunque los problemas de memoria pueden hacer que alguien confunda su propia cara con la de con un familiar cercano, la mayor parte de los casos están asociados a procesos de demencia, como el Alzheimer.
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