A lo largo de las últimas semanas, las informaciones que apuntan a la posible existencia de una financiación irregular dentro del PP han aumentado. En concreto, desde que Luis Bárcenas entró en prisión, parece que ha estado tirando de la manta.

En total, más de ocho millones de euros de dinero negro se habrían usado para financiar el partido. La oposición, por su parte, exige explicaciones y le pide a Mariano Rajoy que dé la cara ante el Parlamento.

Incluso Alfredo Pérez Rubalcaba, secretario general del PSOE, ha amenazado con presentar una moción de censura si el Grupo Popular vetaba la comparecencia del presidente del Gobierno en el Congreso. 

A pesar de que, en un principio, la estrategia del Partido Popular se basaba en ignorar las informaciones que hablaban de irregularidades en la cúpula de la formación, parece que la técnica ha cambiado. 

Mariano Rajoy anunció en rueda de prensa, conjunta con el primer ministro Rumano, que comparecería en las Cortes. La fecha elegida es el día 1 de agosto y será en el Senado debido a las obras que hay en el Congreso. 

Al respecto, los partidos de la oposición lamentan que Rajoy haya elegido ese día, le acusan de hacerlo coincidir con el incio de la operación salida de muchos españoles.