En un principio no les iba mal. Iban de mercado en mercado pidiendo sobras para repartir entre los parados de su pueblo: Pizarra,  en Málaga. Aunque el “no” era la respuesta habitual, Miguel insistía e insistía hasta que conseguía que le dieran calabazas pero de las de verdad.

Un año después volvemos a quedar con Miguel para ver cómo le ha ido al ‘Er Banco Güeno’ pero el local está tapiado y la puerta cerrada encadenada y sellada con candado.
“La situación de ‘Er Banco Güeno’ es nula, se ha parado la actividad de recogida de alimentos. Nos hemos visto sin ayuda de ningún tipo. Empezamos con 20 familias, 15, después iban viniendo más familias conforme se iban enterando y contra más familias venían, menos comida teníamos para repartir porque la ayuda era menos, entonces hemos tenido que cerrar porque no hay nada que repartir”.

Miguel denuncia que los suministradores como MercaMálaga les han fallado. Plantaron un huerto para autoabastecese, pero se lo quitaron. Tienen una orden de alejamiento de esas tierras. “Reivindicábamos lo que es de todos, usar las tierras públicas para darles provecho en esta situación. Estuvimos acampados 12 días con la ayuda de algunas asociaciones y nos denunció el Conde de Puerto Hermoso por estar allí, que parece que tiene que tener uno un título de conde, marqués o Borbón para hacer lo que te dé la gana con lo que es de todos.  Nosotros que queremos sembrar solidaridad y ayudar a los más necesitados y nos encontramos a cambio con un mazazo”.