Julio Segura ha hablado en ‘Salvados’ sobre las tres misiones de la CNMV: “Velar por la transparencia de los productos, por el funcionamiento de los mercados y proteger a los inversores grandes y pequeños”.

El expresidente de la CNMV ha negado ser responsable de la estafa de las preferentes: “No he sido legalista, he cumplido la legislación vigente y, si no, lo que habría hecho sería prevaricar; por tanto, no me arrepiento de no haber prevaricado”.

Segura no tiene buena opinión sobre la actuación de su predecesor, Manuel Conthe, quien desautorizó la emisión de preferentes: “Eso no lo permite la ley”. También ha descartado hacer una “interpretación de la ley”, y ha defendido en todo momento la actuación de la CNMV durante su mandato.

Pone como muestra de ello la exigencia de que se publicara un tríptico donde aparecían las características de las preferentes y se repartiera “a todas las cajas y a todos los bancos”. Sin embargo dicho tríptico no llegó a colocarse en los mostradores de las sucursales: “No podemos ir con un notario a ver si se lo ponen en cada una de las 24.000 sucursales”, se defiende.

En su opinión, “si alguien compra algo sólo fiándose del vendedor, el vendedor puede engañarle”. Sin embargo, “la CNMV lo que hace es preguntar al banco o a la caja que comercializó si sus comerciales actuaron de forma correcta”. Si niegan los hechos, “es la palabra de una persona contra la de otra persona. Y ahí la CNMV no puede hacer nada”, lamenta.

“La CNMV hizo casi todo lo que pudo hacer. La responsabilidad de comercializar ilegal o inadecuadamente algo está en quien lo vende. Y punto”, justifica Segura, que añade: “Nadie podría haber parado la comercialización de este producto sin cambiar la legislación”. Para el expresidente de la CNMV, “el mundo es como es, tampoco hay que irritarse demasiado”, ha sentenciado.