África se situó en el foco de la preocupación mundial en 2014. El continente volvió a ser víctima de una de las enfermedades más letales del planeta: el ébola. Tras la crisis de la Gripe A, el mundo volvía a ponerse en alerta máxima ante la amenaza de un virus.

La alerta llegó a España cuando el misionero Miguel Pajares se contagió en Liberia. Así definía el español cómo era la situación en el continente: "Es caótico, está todo cerrado. Todos los hospitales cerrados, no se puede poner enfermo nadie porque no tienes quien te cuide". A pesar de que se le repatrió, falleció, al que el misionero Manuel García Viejo.