El Gobierno griego cierra por sorpresa la televisión pública. El repentino apagón de la emisión deja sin trabajo a 2.700 empleados de la televisión griega. Dora Makri, corresponsal de la televisión pública griega ERT en España, lleva sin dormir más de 24 horas "por este golpe bajo a la libertad de prensa y a la democracia".

Dora, que lleva trabajando en la televisión pública desde hace 27 años, sostiene que la decisión del cierre ha sido del Gobierno griego. "Olli Rehn ha desmentido que la troika le haya realizado esa petición al Gobierno griego". Cuatro ministros se negaron ha firmar ese Real Decreto, según ha explicado Makri. "La televisión pública pertenece a los ciudadanos, no al Gobierno".