Las palabras de Cospedal en el día de Castilla-La Mancha han sonado a despedida, "que te falten las palabras porque no puedes hablar de la emoción es bonito", ha asegurado la secretaria general del PP.
La pérdida de apoyo a los populares en las urnas devuelven a la comunidad un Gobierno de izquierdas después de, como afirma Cospedal, "estos cuatro años han sido duros". Y un, casi seguro, nuevo presidente socialista, con el que ella evitaba la mirada, y que hablaba de encuentros en su discurso.
Emiliano García-Page ha asegurado que "aquello que sobrevive a lo largo del tiempo, es lo que se hace con altura de miras, que es la que realmente me gustaría que tuviéramos para los próximos años".
Un entendimiento imprescindible con Podemos para llegar al Gobierno al que, en el diario El País, el líder de los socialistas, Pedro Sánchez, ponía límites: "Ellos serán responsables de que haya o no gobiernos de izquierdas en autonomías y en ayuntamientos. Si ellos son exigentes, nosotros también vamos a exigir".
También desde Castilla-La Mancha, Pablo Iglesias ha recordado quién tiene la sartén por el mango, "más humildad, Pedro", asegura Iglesias, y que no van a firmar ningún cheque en blanco, "para entenderse con nostros, Pedro Sánchez tiene que dar un giro". Así lo acordó el Órgano de dirección de la formación en su primera reunión tras el 24-M.
Mientras, los populares echan más leña al fuego, así, Javier Arenas aseguraba que "nosotros creemos que se entienden muy mal los pactos entre PSOE y Podemos que se van a producir en toda España. Los pactos con Podemos van a radicalizar el PSOE ".