Investigaciones anteriores han sugerido que la incidencia de precáncer cervical ha disminuido. En este estudio, liderado por la investigadora Nancy McClung Servicio de Inteligencia en Epidemias de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, se ha intentado determinar si los tipos 16 y 18 de VPH, que son responsables de aproximadamente el 70 por ciento de los cánceres de cuello uterino en todo el mundo, también están disminuyendo.

Estos dos tipos han sido atacados por la vacuna cuadrivalente contra el VPH, que se administró generalmente en Estados Unidos entre 2006 y 2015, y por la vacuna 9-valente que es la única vacuna actualmente administrada en Estados Unidos.

El estudio se llevó a cabo como parte del Proyecto de Monitoreo del Impacto de la Vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) de los CDC (HPV-IMPACT). McClung y sus colegas analizaron más de 10.000 muestras archivadas entre 2008 y 2014 de mujeres de entre 18 y 39 años diagnosticadas con neoplasia intraepitelial cervical de grado 2 o 3 o adenocarcinoma in situ (CIN2 +).

Ambas son afecciones precancerosas que pueden surgir de una infección persistente por VPH y pueden conducir al cáncer cervical. Los científicos probaron las muestras para 37 tipos de HPV, luego analizaron la proporción y el número estimado de casos por tipo de HPV a lo largo del tiempo.

Los investigadores encontraron que la cantidad de casos de CIN2 + reportados a HPV-IMPACT disminuyó un 21 por ciento, de 2.344 en 2008 a 1.857 en 2014. La cantidad estimada de casos atribuidos a HPV 16/18 cayó de 1.235 en 2008 a 819 casos en 2014.

Entre las mujeres que fueron vacunadas, la proporción de casos de CIN2 + que fueron HPV 16/18-positivos disminuyó de 55,2 por ciento a 33,3 por ciento. Entre las mujeres no vacunadas, la proporción de casos de CIN2 + que fueron HPV 16/18-positivos disminuyó de 51 por ciento a 47,3 por ciento, y entre aquellas con un estado de vacunación desconocido, de 53,7 por ciento a 45,8 por ciento.

Algunas mujeres vacunadas tenían más probabilidades de ser positivas para el VPH 16/18 porque estaban infectadas con estos tipos de VPH antes de ser vacunadas. La mayoría de las mujeres vacunadas en este estudio recibieron la vacuna a los 20 años, después de que la mayoría de las mujeres inician la actividad sexual.

La investigadora McClung señala que la reducción de casos en las mujeres no vacunadas puede deberse a la "protección del rebaño", que se produce cuando una proporción significativa de una población ha desarrollado inmunidad a una enfermedad infecciosa, lo que hace que sea menos probable su propagación. La protección de la manada se puede conferir a través de la vacunación o la inmunidad acumulada de una infección previa, explica.

"Esta es una clara evidencia de que la vacuna contra el VPH está funcionando para prevenir la enfermedad cervical en mujeres jóvenes en Estados Unidos --dice McClung--. En los próximos años, deberíamos ver un impacto aún mayor a medida que más mujeres se vacunen durante la adolescencia temprana y antes de la exposición al VPH".