El uso de los cigarrillos electrónicos se ha extendido tanto entre jóvenes fumadores, como entre quienes no lo son. Hasta ahora, varias investigaciones destacan la toxicidad de estos dispositivos y los efectos nocivos que tienen sobre la salud, aumentando el riesgo de muchas enfermedades cardíacas y respiratorias.

A pesar de que existe un gran debate dividido sobre si los cigarrillos electrónicos pueden ayudar a abandonar este hábito por parte de los fumadores, la OMS ha alertado de que hay que guiarse por los estudios científicos y no por las campañas de marketing de la industria tabacalera, enfocadas en conseguir beneficio económico.

En el informe publicado recientemente, la organización deja claro que aunque todavía no se conoce con exactitud su impacto, los efectos negativos que tienen sobre la salud están aumentando. De modo que, estos dispositivos están asociados con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, trastornos pulmonares, efectos adversos en el desarrollo del feto durante el embarazo e incluso con algunos tipos de cáncer.

La Junta Ejecutiva, compuesta por 34 personas y donde ha tratado este tema la OMS, ha manifestado su preocupación ante la posibilidad de manipular este tipo de cigarrillos por parte del usuario y por su uso cada vez más extendido entre adolescentes, algo que duplica sus posibilidades de comenzar a fumar tabaco más adelante.

Así, los integrantes de la Organización Mundial de la Salud señalan que el enfoque más seguro es no consumir ni tabaco ni cigarrillos electrónicos.