"Un fracaso en rescate", es el nombre que recibe el paciente que muere por complicaciones después de una cirugía. Los investigadores evaluaron más de 850.000 casos que se sometieron a cirugía cardíaca de alto riesgo entre 2015 y 2020.

Hombres y mujeres tuvieron una tasa similar de complicaciones después de una operación, alrededor del 15 %. Sin embargo, la tasa de mortalidad por esas complicaciones fue significativamente mayor en las mujeres: los equipos quirúrgicos no lograron rescatar a las pacientes mujeres en el 10,7% de los casos, en comparación con el 8,6% de los hombres.

"Es necesario mejorar el reconocimiento y la respuesta a estas complicaciones si queremos reducir las disparidades de género después de una cirugía de alto riesgo", afirma Catherine M. Wagner, primera autora del estudio.

Imagen del pasillo de un hospital
Imagen del pasillo de un hospital | Pixabay

El equipo de investigadores halló un patrón similar en la tasa de fracaso del rescate para cada procedimiento individual. Así, las complicaciones más comunes, tanto para hombres como para mujeres, fueron insuficiencia renal, neumonía e insuficiencia pulmonar.

El tipo de hospital donde se realizó el tratamiento no influyó en el fracaso en rescatar la disparidad de género. De hecho, las mujeres tenían más probabilidades de recibir cirugía en hospitales que aceptan un mayor volumen de cirugías de alto riesgo.

"En nuestro estudio, las pacientes femeninas tuvieron una tasa de reoperación menor que los masculinos", señala el coautor Gorav Ailawadi. "Esto puede no deberse a una menor necesidad de reoperación: podría ser más bien una señal de que sus complicaciones no son abordadas adecuadamente", apostilla.

Hasta ahora, la causa de que las mujeres tengan más probabilidades de morir después de una cirugía cardiovascular se centra en el hecho de que ellas son mayores cuando reciben la cirugía y tienen más comorbilidades que los hombres. Además, las mujeres tienen una anatomía y vasos sanguíneos más pequeños, lo que puede hacer que la cirugía sea más difícil.

Una mujer en el hospital
Una mujer en el hospital | Pexels

Esta disparidad se suma a estudios previos que han localizado signos y síntomas de enfermedades comunes, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, a menudo se pasan por alto o no se toman en serio en las pacientes femeninas.

Históricamente, las mujeres han estado subrepresentadas en la investigación médica. En junio de 2016, los Institutos Nacionales de Salud Instalaron una política que exigía que el sexo como variable biológica se tuviera en cuenta en las investigaciones, análisis e informes.