Un nuevo estudio del 'Dartmouth College', en Hanover, Nuevo Hampshire, Estados Unidos, muestra que los problemas pasados con las vacunas pueden causar un fenómeno conocido como histéresis, lo que crea una historia negativa que endurece la opinión pública contra la vacunación. El hallazgo explica por qué es tan difícil aumentar la aceptación, incluso cuando la evidencia abrumadora indica que las vacunas son seguras y beneficiosas.

Un bucle de histéresis hace que se observe el impacto incluso después de que se haya eliminado. Es por eso que las tasas de desempleo a veces pueden permanecer altas en una economía en recuperación y que los objetos físicos se resisten a regresar a su estado original después de ser accionados por una fuerza externa. Y, según la investigación de Dartmouth, por este motivo el público se resiste a las campañas de vacunación para enfermedades como la gripe común.

El bajo cumplimiento de la vacunación es un problema de salud pública que puede causar la pérdida de la "inmunidad del rebaño" y conducir a la propagación de enfermedades infecciosas. En partes de Europa y América del Norte, las patologías infantiles, como el sarampión, las paperas y la tos ferina han vuelto como resultado de una cobertura de vacunación insuficiente.

La dificultad de revertir los bajos niveles de vacunación

Estudios anteriores han combinado modelos de comportamiento con epidemiología para comprender el desafío de la vacunación voluntaria, pero no han podido explicar completamente la persistencia del bajo cumplimiento de la vacunación. La investigación de Dartmouth estudia específicamente cómo los problemas pasados asociados con las vacunas pueden afectar a las decisiones de vacunación presentes y futuras.

La investigación afirma que el bucle de histéresis puede ser causado por cuestiones relacionadas con el riesgo y la eficacia de las vacunas. Las experiencias o percepciones negativas relacionadas con las vacunas impactan en la tendencia de captación a lo largo del tiempo, conocida por los investigadores como "trayectoria de vacunación", que se atasca en el bucle de histéresis.

La histéresis evita un incremento en los niveles de vacunación incluso después de que se hayan eliminado las objeciones negativas, lo que hace que la sociedad sea cada vez más vulnerable a los brotes de enfermedades.

Al identificar el efecto de la histéresis en la vacunación, el equipo de investigación espera que los funcionarios de salud pública puedan diseñar campañas que aumenten las tasas de vacunación voluntaria, en particular promoviendo la vacunación como un comportamiento altruista deseado por las normas morales y sociales.