"Estamos un paso más cerca de poder detectar el cáncer de pulmón a partir de un simple análisis de sangre. Hasta que el ADN circulante en las células de la sangre pueda usarse para diagnosticar el cáncer a gran escala, esta investigación sirve para el desarrollo de futuras pruebas ", dijo el experto de ASCO David Graham.

Por su parte, uno de los autores del estudio Geoffrey R. Oxnard, profesor asociado de Medicina en Dana-Farber Cancer Institute y Harvard Medical School en Boston, manifestó su entusiasmo por que "los resultados iniciales muestran que es posible detectar cáncer de pulmón en fase temprana a partir de muestras de sangre utilizando la secuenciación del genoma" en el ADN circulante.

Unas pruebas, dijo, que pueden implementarse fácilmente en el futuro en los sistemas de salud. Obtener una prueba de sangre que se puede realizar mediante un simple extractor en el consultorio médico puede mejorar las tasas de detección del cáncer, pero antes falta una validación adicional con más datos, según los expertos.

Las células al morirse sueltan fragmentos de ADN en la sangre que se mantienen aproximadamente durante una hora y media antes de destruirse completamente. Con las nuevas tecnologías se analizan esos fragmentos al igual que se lleva haciendo en tejido a través de biopsia desde hace muchos años.

El análisis del ADN circulante en las células de la sangre ya se usa en cáncer metastásico para elegir los tratamientos personalizados, pero el objetivo es que estas "biopsias líquidas" se utilicen para anticiparse a la enfermedad. En el estudio se inscribieron más de 12.000 pacientes, un 70 % de ellos con cáncer y un 30 % sin la enfermedad, de 141 zonas de Estados Unidos y Canadá.

Se trata del primer subestudio en el que se realizaron tres ensayos de secuenciación del prototipo en muestras de sangre de aproximadamente 1.700 participantes y se incluyeron veinte diferentes tipos de cáncer como mama, gastrointestinales, ginecológicos o sanguíneos.

En este subanálisis inicial, los investigadores exploraron la capacidad de tres ensayos diferentes para detectar la enfermedad en 127 personas con cáncer de pulmón en estadio I-IV. El primer análisis detectó el 41 % de los tumores en etapa inicial y el 89 % en fase tardía. El segundo fue igualmente eficaz al detectar el 38 % de las primeras etapas y el 87 % en etapa tardía, mientras que el ensayo dirigido se detectó el 51 % de los cánceres en etapa inicial y el 89 % tardíos. Los resultados iniciales mostraron que los tres ensayos prototipo podrían detectar cáncer de pulmón con una baja tasa de falsos positivos.

De las 580 muestras de control (personas sin cáncer al momento de la inscripción en el estudio), cinco tenían una señal parecida al cáncer. De ellos, dos fueron diagnosticados posteriormente (uno con cáncer de ovario en estadio III y el otro de endometrio en etapa II). El estudio también encontró que en los participantes con cáncer de pulmón, más del 54 % de las mutaciones somáticas (no hereditarias) detectados en las muestras de sangre se derivaron de glóbulos blancos y no de tumores.