Añadir un inhibidor del gen MET al tratamiento estándar de quimioterapia e inmunoterapia podría abrir una nueva vía para frenar el cáncer de pulmón de célula pequeña, el subtipo más agresivo de esta enfermedad. Así lo revela un estudio multicéntrico liderado por el Instituto de Investigación del Hospital del Mar, en colaboración con el área de Cáncer del Centro de Investigación Biomédica en Red (Ciberonc), y publicado en la revista Cell Reports Medicine.

El hallazgo apunta al papel clave del HGF (factor de crecimiento de los hepatocitos) y su receptor MET, implicados en la proliferación y supervivencia celular, y cuya sobreexpresión se asocia a peor pronóstico y mayor resistencia a los tratamientos actuales.

Un tumor rápido y letal

El cáncer de pulmón de célula pequeña representa solo el 15 % de los casos, pero avanza con una velocidad implacable: la supervivencia a tres años apenas alcanza ese mismo porcentaje. Su diagnóstico suele llegar tarde, lo que impide un abordaje quirúrgico, y aunque la combinación de quimioterapia e inmunoterapia es el tratamiento estándar, este tumor desarrolla resistencias con gran facilidad y tiende a metastatizar de forma temprana.

“La idea era encontrar una forma de que la inmunoterapia funcionara mejor”, explica la doctora Edurne Arriola, autora principal del estudio, investigadora del Grupo de Terapia Molecular del Cáncer, jefa de la sección de cáncer de pulmón del Hospital del Mar y miembro del Ciberonc. “Al añadir el inhibidor de MET, conseguimos retrasar el crecimiento de los tumores y, en algunos casos, inhibirlo totalmente, aumentando la supervivencia en los modelos animales”.

El ensayo preclínico

En el trabajo, los investigadores probaron cuatro esquemas terapéuticos en modelos de ratón: sin tratamiento, solo quimioterapia, quimioterapia más inmunoterapia (con un anticuerpo anti-PD-L1) y la combinación de ambas con un inhibidor de MET.

El resultado fue claro: seis de los nueve tumores tratados con la triple combinación lograron una respuesta completa. Además, estos ratones vivieron más tiempo y mostraron menor progresión tumoral.

La clave, según Arriola, está en que el inhibidor de MET no actúa directamente sobre el tumor, sino que modifica el microambiente tumoral, que normalmente favorece la resistencia, facilitando la actividad de las células T activadas por la inmunoterapia.

Para validar los resultados, el equipo analizó muestras de pacientes. Comprobaron que aproximadamente la mitad de los casos de este tipo de cáncer presentan sobreexpresión del gen MET, lo que se traduce en peor respuesta a la quimioterapia y a la inmunoterapia.

Este hallazgo es relevante porque, en estos pacientes, bloquear MET podría mejorar significativamente la eficacia de los tratamientos actuales.

Tras más de 10 años de investigación, el siguiente objetivo es iniciar un ensayo en pacientes con cáncer de pulmón de célula pequeña. El diseño prevé evaluar si la administración del inhibidor de MET durante la fase de mantenimiento —después de la quimioterapia y la inmunoterapia iniciales— ayuda a evitar la progresión del tumor.