Este experto, dirige el curso 'La música desde la Biofísica y la Neuropsicofisiología: cerebro, pedagogía y contexto socio-cultural' en la Universidad de Verano de Adeje, que repasa el recorrido de la música desde que se produce un sonido hasta que se convierte en una sensación que, al ser reconocida por el cerebro, se asocia a emociones o a procesos cognitivos de distinto tipo. De hecho, puede provocar efectos terapéuticos en determinadas dolencias.

La musicoterapia tiene bases científicas sólidas, ya que se basa en el método científico y sus resultados son convenientemente experimentados y filtrados por la crítica científica. Por esta razón, ya existen hospitales con unidades específicas sobre esta especialidad y existen centros de investigación sobre la materia, sobre todo en Estados Unidos y Gran Bretaña.

"Científicamente está demostrado que para determinadas dolencias puede ayudar, pero es verdad que se trata de un asunto relativamente nuevo. Hay que estudiarlo a fondo para saber qué emociones provocan los distintos tipos de música y, dentro de los fenómenos cognitivos, qué grado de incidencia pueden tener en determinadas disfunciones mentales", detalla el catedrático.

"El efecto de la música es visible en resonancia, hay zonas que se activan y este instrumental es capaz de discriminar distintas zonas implicadas en diferentes actividades cognitivas y sensoriales", señala.

El curso ha explicado, también, las bases biofísicas y neuropsicofisiológicas de todo el proceso musical y, además, ha incidido en las aplicaciones de la pedagogía de la música y ha tratado la música en el mundo animal.

En cuanto a la pedagogía, "la música y el entrenamiento musical desarrolla procesos cognitivos y parece que mejora determinados aspectos de la cognición del ser humano", apunta González.

En relación al mundo animal, estudia cómo produce esos sonidos la fauna y qué efectos tiene: desde los cantos de los pájaros, que sirven para comunicarse hasta la geolocalización en el caso de los murciélagos.

"La evolución hace que busquemos otros efectos a la música, además de los meramente emocionales. Y también está el fenómeno de enculturación: a lo largo de la vida vas oyendo música y te desarrollas con un tipo de música concreto", indica.

Los seres humanos son más receptivos a la música tonal, debido a la influencia cultural. "La música que se salta de la estructura tonal nos produce efectos diferentes. Como no ha sido enculturizada, ni enseñada en conservatorios, ni implicado en la sociedad, no sabemos del todo qué efectos produce", explica González.