Para llegar a esta conclusión, se revisaron cerca de 582.000 casos de ataque cardíaco durante 19 años y observaron que la tasa de supervivencia de las pacientes subía significativamente cuando una mujer las trataba en urgencias. Incluso dicha tasa también se elevaba, aunque no tanto, cuando los médicos hombres trabajaban a su alrededor con mujeres en la sala de emergencia.

"Tienes expertos altamente capacitados con vida o muerte en la línea y, sin embargo, la coincidencia de género entre el médico y el paciente parece importar mucho", ha declarado Seth Carnahan de la Universidad de Washington en St. Louis.

El equipo analizó diversos datos médicos anónimos de los hospitales de Florida de 1991 a 2010. Así, midieron factores importantes como la edad, raza y el historial médico de los pacientes, la calidad del hospital y más.

Considerando estos factores, las pacientes mujeres presentaban menos probabilidades de sobrevivir a los ataques cardíacos que los hombres y también se mostró que las diferencias de género en las tasas de supervivencia eran las más altas en los médicos varones.

Para los enfermos tratados por médicas, la diferencia de género en las tasas de supervivencia fue de un 0,2%, es decir, el 11,8% de los hombres murió, en comparación con el 12% de las mujeres.

Sin embargo, para los pacientes tratados por médicos, la brecha de género se triplicó a 0,7%. Así, el 12,6% de los hombres murió en comparación con el 13,3% de las mujeres.