Naciones Unidas, responsable de uno de los últimos informes sobre el descenso de infecciones y mortalidad relacionadas con el VIH, que sitúa en un 43% y un 19% respectivamente, la reducción de la mortalidad y de las infecciones por sida; adelanta que estos datos tan positivos suponen el cumplimiento del objetivo del Programa de Desarrollo Sostenible, que para el año 2030 busca acabar con la epidemia de sida.
El informe también hace referencia a los tratamientos por VIH, que han aumentado de manera exponencial, y en 2017 habían llegado a 21,7 millones de personas, de los 36,9 millones afectados por sida ese año. Las muertes relacionadas con esta patología descendieron un 53% en África oriental y meridional, lo que significa que de más de un millón de muertes anuales en esta parte del continente, se haya pasado a menos de 400.000. Sin embargo, otras regiones, como Asia central o Europa oriental, han visto un aumento del 30% en las infecciones por VIH desde 2010.
Estas diferencias entre regiones se deben a la falta de servicios para tratar estas enfermedades, así como a las leyes que implican severos castigos a los colectivos a los que más afecta la enfermedad, que dificultan su acceso a la sanidad.
Por otra parte, la ONU también denuncia la existencia de estigmas y discriminación hacia las personas con VIH, que supone que muchos países eviten destinar fondos para tratar la enfermedad.