El linfoma difuso de células B grandes es uno de los subtipos de tumor más frecuentes a la hora de dañar el sistema inmunitario en pacientes con cáncer hematológico. Esta patología, que suele aparecer en pacientes mayores de 60 años, supone que hasta un tercio de los afectados no responda al tratamiento.

Ahora, una nueva investigación desarrollada por expertos del Cima y de la Clínica Universidad de Navarra ha logrado hallar nuevas formas de atacar a este tipo de tumores. Para ello, se han centrado en una serie de mecanismos que favorecen el desarrollo de este tipo de patologías.

Como declaraban los autores de la investigación, se trataría de “adicciones genéticas a las que se engancha el tumor para sobrevivir, y estrategias moleculares de camuflaje”. Una serie de mecanismos de defensa que, gracias a este nuevo estudio, podrían derivar en nuevos métodos para tratar este linfoma difuso de células B grandes.

Los resultados de la investigación han aportado hasta tres rutas distintas que explicarían el desarrollo del tumor, y que se dan en pacientes con este tipo de mutaciones cancerígenas. De esta forma, la investigación ataja en el número de “mutaciones genéticas clave de las que se valen las células tumorales para sobrevivir, proliferar y escaparse de las propias defensas inmunitarias del paciente” como informan los investigadores del Cima.

Estos descubrimientos significan nuevos ensayos clínicos que podrían derivar en nuevas terapias contra este subtipo tumoral, y que de momento ya se centran en una nueva estrategia de inmunoterapia que combina dos anticuerpos monoclonales. Sobre todo después de que esta nueva metodología ya haya aportado resultados muy positivos en los ensayos animales. Por lo que podría empezar a usarse en pacientes con estos tipos de linfomas mucho más agresivos.