Todavía son muchas las incógnitas existentes en torno a la infección y reinfección del SARS-CoV-2, pero sí que puede resolvernos algunas dudas avaladas por evidencias científicas.

Tanto la inmunidad adquirida a través de vacunas, como la inmunidad natural adquirida tras una infección, podría darnos reservas para luchar mejor contra los nuevos casos. Al tener una respuesta de inmunidad adquirida frente a la primera infección, esta segunda infección adquirida proporciona al organismo más elementos para luchar contra ella.

Pero también existen estudios que indican que incluso si hay un contagio reciente podríamos tener la inmunidad ocupada y perder esta respuesta frente a la nueva infección.

Ante estas evidencias, lo ideal es continuar protegiéndose de posibles contagios.

¿Será distinta cada infección que pasemos?

La enfermedad suele pasarse cada vez de un modo leve que la vez anterior cuando se trata de infecciones de cepas con gran parte en común.

Pero, también pueden darse mutaciones en el SARS-CoV-2 que impidan controlar esto, y también está demostrado científicamente que en el caso de que la cepa sea diferente a la previa necesita mucha más defensa para hacerle frente, y esta defensa estaba ocupada en dar otra respuesta como la previa.

Lo normal es que la mayor parte de los nuevos casos sean leves, sobre todo gracias a la inmunidad poblacional adquirida, pero realmente nada descarta que la siguiente infección sea más grave que las previas, insiste la miembro de la SEMG.

De hecho, en un primer contagio de Covid-19 hubo muchas personas que ya desarrollaron la Covid persistente, y su sintomatología empeoró en sucesivas infecciones.

Los expertos recomiendan que sigamos protegiéndonos del contagio porque no sabemos qué va pasar; aunque lo habitual es que los cuadros sean cada vez más leves conforme nos vayamos contagiando.

¿Cuánto más me reinfecte, más riesgo de COVID persistente?

De momento no hay bastante conocimiento al respecto, por lo que la doctora nos remarca la importancia de ser prudentes en este sentido.

El tener Covid-19 una vez o dos y no desarrollar Covid persistente nada impide que en otro contagio posterior se pueda desarrollar.

No nos podemos resguardar detrás de la seguridad de que nunca nos ha pasado, porque esto no es consistente. Sí hay casos que la desarrollan en el segundo o en el tercer contagio.

Todas las personas con patologías crónicas graves continúan presentando un riesgo añadido con la Covid-19.