Un equipo del Instituto do Câncer do Estado de São Paulo (Brasil) ha identificado cuatro genes cuyas mutaciones están directamente relacionadas con el desarrollo y progresión de cánceres gástricos letales, según datos presentados en la Semana de las Enfermedades Digestivas (DDW) 2025, que se celebra en San Diego, EE. UU.

El cáncer gástrico es una de las principales causas de muerte por cáncer en el mundo. Suele originarse en las células del estómago y tiene factores de riesgo como la infección por Helicobacter pylori, una dieta inadecuada o antecedentes familiares. Sin embargo, el diagnóstico precoz continúa siendo difícil, ya que la mayoría de los casos se detectan en fases avanzadas, lo que complica su tratamiento. Aunque han mejorado las técnicas quirúrgicas y de quimioterapia, la tasa de supervivencia sigue siendo baja, por lo que los expertos insisten en la necesidad de métodos más precisos y tratamientos individualizados.

Cuatro genes implicados

Los investigadores analizaron muestras tumorales de 87 pacientes que habían recibido cirugía y quimioterapia. En el análisis de 21 genes, encontraron que aproximadamente un tercio de los pacientes presentaba alteraciones simultáneas en cuatro genes concretos: BRCA2, CDH1, RHOA y TP53.

Estas mutaciones no solo están asociadas a una mayor probabilidad de recaída o muerte por la enfermedad, sino que incluyen genes bien conocidos como BRCA2, ya implicado en cánceres de mama y ovario, así como variantes nunca antes descritas que podrían tener relevancia terapéutica.

El doctor Ulysses Ribeiro, autor principal del estudio y profesor del Instituto do Câncer do Estado de São Paulo, explicó que “no todos los cánceres gástricos son iguales”, y que el tratamiento actual (basado mayoritariamente en cirugía y quimioterapia) podría reemplazarse o complementarse con terapias más específicas. “Esperamos identificar diferencias moleculares clave para adaptar el tratamiento a cada tumor”, afirmó.

Hacia terapias menos agresivas

Uno de los objetivos del equipo es combinar estos hallazgos con pruebas de laboratorio accesibles, como la inmunohistoquímica, para detectar de forma más sencilla y económica las proteínas expresadas por los genes implicados. Esto permitiría identificar tumores con características de alto riesgo sin necesidad de recurrir a costosos análisis genéticos.

El doctor Ribeiro señaló que estos avances podrían permitir evitar tratamientos innecesariamente agresivos en muchos pacientes y, al mismo tiempo, mejorar la tasa de supervivencia con enfoques más individualizados.

Limitaciones y perspectivas futuras

Aunque los resultados son prometedores, el estudio tiene una limitación importante: se centró en pacientes occidentales, un grupo poco representado en los estudios sobre cáncer gástrico, que históricamente se han desarrollado en Asia Oriental, donde la enfermedad es más prevalente.

Aun así, los investigadores subrayan que este hallazgo abre la puerta a una nueva era de terapias personalizadas, guiadas por la composición genética de cada tumor. “Creemos que estamos más cerca de tratamientosadaptados a la biología del tumor, lo que puede suponer una mejora significativa en los resultados”, concluyó Ribeiro.