Hasta ahora, los antivirales aprobados por organismos como la FDA se centran en bloquear enzimas víricas, lo que los hace vulnerables a la rápida capacidad de mutación del virus. En cambio, este nuevo enfoque logró mantener su efectividad sin provocar resistencia viral ni tras un mes de exposición continua en los animales, una diferencia crucial en contextos de brote o pandemia, donde el desarrollo de vacunas suele requerir unos seis meses.
“Esta es la primera vez que observamos una protección tan amplia y duradera contra la gripe en un sistema vivo”, subraya Silke Paust, inmunóloga del JAX y autora principal del estudio. De hecho, detalla que incluso administrando la terapia días después de la infección, la mayoría de los ratones sobrevivieron.
Anticuerpos que rastrean y eliminan células infectadas
La innovación de este estudio se centra en los anticuerpos utilizados, en lugar de bloquear la entrada del virus en las células, actúan como rastreadores. Identifican las células pulmonares ya infectadas y alertan al sistema inmune para eliminarlas. Esta estrategia, basada en anticuerpos “no neutralizantes”, abre la puerta a nuevas líneas de tratamiento para diferentes virus.El punto débil del virus es una sección mínima de la proteína de matriz 2 (M2e). Este fragmento resulta esencial para la supervivencia del virus de la influenza A y se mantiene casi inalterado en todas sus variantes. Esa estabilidad convierte a la región en un blanco idóneo para una terapia de amplio espectro. Los análisis demostraron que, tras 24 días de tratamiento, no aparecieron mutaciones en esta zona.
El equipo probó tres anticuerpos diferentes, todos resultaron efectivos, pero fue la combinación en un cóctel la que ofreció un mejor perfil protector. Las dosis necesarias, además, fueron muybajas, lo que aumenta la viabilidad de su aplicación futura por costes reducidos y menor riesgo de efectos adversos.
Al evaluar su efecto sobre la cepa aviar H7N9, de alto potencial letal, los investigadores comprobaron que una sola dosis redujo de forma notable la carga viral en los pulmones incluso cuando se administró cuatro días tras la infección. El 100% de los ratones tratados sobrevivió si recibieron la terapia en los tres primeros días, mientras que al cuarto y quinto día de administración las tasas de supervivencia fueron del 70% y del 60%, respectivamente.
Estos resultados confirman que los anticuerpos no neutralizantes, ignorados durante mucho tiempo, tienen un enorme potencial para salvar vidas. El siguiente reto será diseñar anticuerpos humanizados que mantengan la misma precisión sin desencadenar efectos secundarios en pacientes.
La finalidad de este estudio es contar con un tratamiento preventivo y terapéutico a la vez útil tanto para personas mayores, inmunodeprimidas y otros colectivos de riesgo como para pacientes ya contagiados con gripe grave. Los expertos señalan que disponer de un recurso de aplicación inmediata, sin depender de la larga fabricación de vacunas, podría ser decisivo frente a futuras pandemias.